Los seis argumentos que explotará España para ganarse a los inversores en 2013

Cuenta el Alto Comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, que el made in Germany nació bien entrada la Revolución Industrial como una suerte de castigo impuesto a los productores alemanes para poder identificar el material, presuntamente de mala calidad, procedente de ese país.

Hoy, ese sello constituye probablemente la mayor garantía de calidad y fiabilidad que puede tener un producto para los consumidores de todo el mundo y permite a las firmas alemanas no sólo vender más, sino también vender más caro.

"La credibilidad, la buena reputación significa dinero", explicaba Espinosa de los Monteros en la presentación de la última edición del Panorama Social de Funcas dedicado a la Imagen y Presencia Exterior de España. "Significa que a un país se le pueda prestar dinero, que se le dé a un precio razonable y que sus productos tengan más mercado".

El hombre al que el Gobierno ha encargado la mejora de la imagen de España, un empresario con una dilatada trayectoria en el sector privado que ha trabajado para firmas líderes a nivel global como Mercedes o Inditex, sabe de lo que habla y parece tener muy claro lo que hay que hacer.

"Tenemos que transmitir que somos un país que a lo que se compromete, lo cumple", y, según el Alto Comisionado, en 2013 habrá motivos de sobra para demostrar nuestra capacidad, que habrá que explotar para recuperar la credibilidad de España en los mercados. Son éstos:

1. Reducción del déficit público. El Gobierno ha empezado a filtrar que el déficit público de 2012 se situará en el entorno del 7%. La cifra se situaría por encima del objetivo marcado por Bruselas (6,3%), pero implicaría una reducción del 25% del saldo negativo de la economía en un solo año y en un marco de recesión. "Ésa es una noticia que podemos transmitir, para construir una historia de credibilidad, de seriedad, de éxito", recalca el responsable de la Marca España.

2. Reformas estructurales. Según Espinosa de los Monteros, España ha aprovechado la crisis para realizar un importante conjunto de reformas estructurales, que eran necesarias para corregir los desequilibrios de la economía, pero que no se han hecho en igual medida en otros países. En su opinión, es una valor que también se debe defender.

3. Mejora de las exportaciones. Ha sido uno de los escasos indicadores económicos que se han comportado de forma positiva en lo más duro de la crisis y será explotado como una de nuestras principales fortalezas. Según los datos oficiales, las exportaciones españolas se han incrementado un 35% desde el inicio de la crisis. "Y en 2012 van a crecer más de lo que crece el comercio internacional, lo cual quiere decir que estamos ganando cuota de mercado, que somos más competitivos que los demás".

4. Capacidad de financiación respecto al exterior. Es probablemente uno de los datos económicos que más empeño ha puesto en resaltar el Gobierno, tal vez porque el fuerte endeudamiento de nuestra economía encabeza los desvelos de los inversores internacionales con España. Por primera vez desde el año 2000, en el tercer trimestre de 2012 la economía española no necesitó recursos del exterior para funcionar sino que acumuló una capacidad de financiación de 3.243 millones de euros. El Gobierno espera que esta situación se consolide en 2013.

5. Productividad. Un reciente estudio del Servicio de Estudios de BBVA concluyó que desde 2008 la productividad de la economía española se había incrementado un 11,1%, más que en ningún otro país de la UE. Espinosa de los Monteros adelanta en Funcas que cuando salgan los próximos datos de la OCDE en primavera se verá que "España ha aumentado la productividad probablemente más que ningún otro país de Europa". Una circunstancia que suele ser un imán para los inversores.

6. Primer inversor industrial europeo. Otro adelanto. Eurostat hará público en los próximos días que España fue en 2012 el primer inversor industrial europeo. España no es un país de perfil industrial pero el año pasado lo situaron en ese puesto de privilegio las inversiones realizadas en España por el sector del automóvil, con nuevos encargos por parte de marcas como Nissan, Iveco, Seat, Ford y Renault.