Suiza vota sobre ampliar y bloquear las reservas de oro del Banco Nacional

  • Los helvéticos votarán este domingo en referéndum una iniciativa popular que pide al Banco Nacional Suizo (BNS) que amplíe sus reservas de oro hasta, como mínimo, un 20 por ciento de sus activos, que dichos depósitos no puedan ser vendidos, y que todos estén consignados en la Confederación Helvética.

Ginebra, 28 nov.- Los helvéticos votarán este domingo en referéndum una iniciativa popular que pide al Banco Nacional Suizo (BNS) que amplíe sus reservas de oro hasta, como mínimo, un 20 por ciento de sus activos, que dichos depósitos no puedan ser vendidos, y que todos estén consignados en la Confederación Helvética.

Durante siglos, el oro jugó un rol primordial en el orden monetario internacional, pero desde que hace 40 años perdió ese papel de valor de referencia, Suiza, como el resto de países, usa ese metal como una herramienta más de política monetaria.

A finales de los años 90, las reservas de oro de la Confederación helvética se elevaban a 2.590 toneladas, una cantidad enorme que se explica porque hasta ese momento aún se debía garantizar que existían suficientes reservas de oro para respaldar la moneda.

En el año 2000, la relación de paridad entre el oro y el franco suizo se suprimió, y el BNS vendió 1.550 toneladas de dicho metal en varias fases.

Actualmente, el BNS posee 1.040 toneladas de oro, lo que corresponde a un 10 por ciento de su fortuna.

De hecho, si se traslada este porcentaje al número de habitantes, Suiza es el país del mundo que más reservas de oro detenta.

A pesar de esta realidad, los promotores de la iniciativa piden que cesen las ventas de este metal argumentando "que las reservas de oro no son dinero de Monopoly con el que banqueros y políticos pueden jugar, sino fruto del trabajo de generaciones que nos han precedido, y pertenecen al pueblo".

Asimismo, piden que todas las reservas sean depositadas en suelo helvético.

"Nuestro oro sólo está seguro en Suiza y en ningún caso en un país extranjero sobreendeudado. En caso de crisis grave, incluso socios reputados y 'particularmente fiables' como Estados Unidos o la Unión Europea, rechazarían sin dudarlo devolvernos nuestro oro".

Actualmente, el 70 por ciento de las reservas está depositado en suelo nacional, el 20 por ciento en el Banco de Inglaterra y el 10 por ciento en el Banco de Canadá.

Finalmente, los promotores quieren garantizar que "al menos" un 20 por ciento de los activos del BNS sea en oro, argumentando que "en dos o tres generaciones el oro seguirá siendo oro. Y nadie sabe que pasará con las monedas de países masivamente endeudados".

Tanto el Consejo Federal como el Parlamento se oponen a la iniciativa porque entienden que una vez implementadas las modificaciones, el oro no podrá venderse y por lo tanto usarse como herramienta monetaria.

Además, el Gobierno arguye que para alcanzar el 20 por ciento, el BNS debería comprar masivamente oro o vender masivamente divisas, lo que acarrearía claras pérdidas de ingresos.

Asimismo, el Ejecutivo replica que, en caso de que el oro pierda valor, las pérdidas serían colosales, a lo que se le suma que el metal que no puede ser utilizado no obtiene ningún interés o dividendo.

De hecho, el Consejo Federal recuerda que si el BNS aún tiene grandes reservas de oro es porque la Constitución así le obliga, para garantizar que en caso de crisis y de que el metal volviera a ser la forma de pago internacional privilegiada, Suiza pudiera contar con suficientes depósitos.

Pero esa obligación constitucional no impone ningún porcentaje fijo, precisamente para poder dar margen de maniobra al BNS.

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