Castilla-La Mancha y Baleares pagarán más caro que nadie el cambio de Gobierno

  • La felicidad por ganar las elecciones se puede convertir en preocupación ante el estado de las cuentas autonómicas. Entre las cinco regiones con peores números, Castilla-La Mancha y Baleares son las únicas que comparten el peligroso cóctel de haber cambiado de Gobierno con los mayores agujeros contables.
Radiografía del agujero de las comunidades autónomas
Radiografía del agujero de las comunidades autónomas
Sarah Potts
Álex Medina R.

Pasó el 22 de mayo y se cumplió el primer requisito para que afloren nuevos agujeros económicos en las cuentas regionales. Hay cambios de gobierno en autonomías que han estado muchas legislaturas en manos de un mismo partido y eso, como ocurrió ya con Cataluña, que elevó en varios milles de millones sus números rojos en el trasvase del PSC a CiU, es un factor de riesgo inminente.

Castilla-La Mancha y Baleares, a tenor de sus últimos resultados económicos (y electorales, claro), se ganan por derecho propio que la lupa se pose sobre ellas. De momento, presentan las cifras más deterioradas del total regional, con lo que está claro que se acercan ajustes más duros de lo normal en ellas.

Empecemos por las cuentas manchegas: el Ejecutivo regional debía, al cierre de 2010, 5.819 millones de euros, hasta un 218% más que en el ejercicio de 2007, cuando las anteriores elecciones.

Eso ha supuesto que el porcentaje de deuda sobre el PIB haya pasado del 5,2% al 16,5%, el segundo más alto del pais (en 2007 estaba incluso por debajo de la media nacional), según los cálculos del Banco de España.

El tercer dato que completa el panorama desolador es el balance de ingresos y gastos, que se ha disparatado hasta alcanzar un déficit del 6,47% del PIB, el más elevado del conjunto autonómico y una cifra que le ha valido un tirón de orejas del Consejo de Política Fiscal y Financiera. ¿Podría ser peor?

Paseo por el déficit

Las Islas Baleares, donde el PP se ha alzado también con la mayoría absoluta tras un paréntesis socialista, presentan el tercer déficit más preocupante de las autonomías, un 4,16% del PIB. Igualmente, el deterioro de cuadro presupuestario es notable, con un aumento del 126% de su deuda en cuatro años y una tasa de deuda respecto al PIB que ha engordado del 6,9% al 15,3%.

Entre una y otra, la segunda región con mayores complicaciones financieras de cuatro años a esta parte es Murcia, si bien el peligro de levantamiento de alfombras está descartado para este mandato y varios más atendiendo a los resultados electorales.

La cuarta en entredicho es Cataluña, aunque los datos no recogen el nuevo agujero denunciado. Tras ella, todas y cada una de las autonomías, excepto Madrid, se mueven por encima del 2% de déficit, muy lejos del 1,3% que deberán sumar todas juntas a final de año.

Eso sí, Aragón, Cantabria y Asturias (que son las otras regiones con cambio de partido en el poder) podrían situarse en el lado bueno de las autonomías. Lo malo es que han duplicado con creces su deuda en los últimos cuatro años. Al menos, oficialmente.

Y hablando de oficialmente: en los próximos días se harán públicas las ejecuciones del primer trimestre del año, así que empezará a trabajarse sobre cifras reales en lugar de previsiones pasadas.

De momento, y al cierre del ejercicio presupuestario de 2010, las autonomías sumaban un déficit conjunto que equivalía al 2,83% del PIB, en datos del Ministerio de Economía y Hacienda.

El Gobierno central prevé en su plan de ajuste que la Administración regional no supere el 1,3% a final de año, lo que supone reducir a la mitad el agujero actual.

A partir de ahí, España podría no cerrar el año en el innegociable déficit de un 6%  que le exige Europa y que mantiene por ahora calmados a los mercados.

Si CiU, tras unos días en el poder en Cataluña, descubrió que su déficit era un 19% mayor de lo que decía el anterior presidente, ¿qué puede ocurrir en el resto de España? De lo que no se libra nadie es de un recorte generalizado.

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