Presupuestos 2013: España deberá en 2013 casi tanto como lo que vale

Cuando acabó el año pasado, el sector público español debía a los mercados una cantidad equivalente al 68,5% de su Producto Interior Bruto. Formulado así o en su cuantía real en euros (cerca de 700.000 millones de euros) es difícil hacerse a la idea de lo que eso significa.

Probemos de otra manera. La recaudación total del sector público español por impuestos, tasas y otras vías de financiación suma anualmente una cantidad que suele oscilar entre los 300.000 y los 350.000 millones de euros, entre el 30% y el 35% del PIB.

Poniendo en relación ambas variables llegamos a una conclusión fácilmente comprensible que permite hacerse una idea clara de hasta qué punto dependemos de los mercados financieros. Con el nivel de deuda pública existente al cierre del año 2011, las Administraciones Públicas necesitarían destinar íntegramente los ingresos obtenidos durante dos años para poder hacer frente a sus cuentas pendientes.

De otro modo, las Administraciones Públicas podrían decidir repentinamente cerrar todos los hospitales, todas las escuelas, todos los centros de día de atención a ancianos, despedir a todo su personal, dejar de pagar las pensiones y las prestaciones por desempleo y, aún así, necesitarían dos años para pagar la deuda pública acumulada.

Ése era el escenario al cierre de 2011. El Gobierno había previsto que, este año, con un importante déficit de más de 90.000 millones de euros que financiar e iniciativas que también se cargaban a la deuda como el fondo para garantizar el pago a proveedores o, en última instancia, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el endeudamiento se iría hasta el 79,8%.

Según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013, este cálculo, que ya preveía un incremento récord del endeudamiento, se ha quedado corto de largo.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha revelado que este año el endeudamiento público llegará hasta el 85,3% del PIB (la media UE-27 se estima en 85% para este año), lo que significa que se pedirán a los mercados 60.000 millones de euros más de lo previsto inicialmente hasta redondear un incremento de 180.000 millones en el conjunto del año.

Para hacerse una idea la cifra que se pedirá al mercado este año será superior a los ingresos por impuestos como el IVA, el IRPF, el Impuesto de Sociedades y todos los Impuestos Especiales que recaudará el Estado este año. Se va a obtener tanto de los mercados como de los contribuyentes.

Este endeudamiento adicional hará que España supere la media europea por primera vez en quince años y se explica fundamentalmente por las operaciones de rescate a la banca.

Montoro ha admitido que entre finales de 2011 y el ejercicio actual las operaciones de salvamento llevadas a cabo por el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) y por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) han abierto un agujero imprevisto de 17.000 millones de euros en las cuentas públicas, que han tenido que financiarse con deuda, lógicamente.

Pero la cosa no acaba aquí. Entre este año y el que viene, el Estado deberá hacer frente a una emisión mínima de deuda pública de 40.000 millones de euros para financiar las necesidades de capital del sector financiero español puestas de manifiesto por el informe independiente presentado ayer por Oliver Wyman.

Esta factura que se repartirá previsiblemente entre este año y el que viene elevará la deuda pública del Reino de España el próximo año hasta el 90,3% del PIB. Es decir, que España deberá a los mercados financieros una cantidad equivalente a la que es capaz de producir en un año.

Resumido en grandes cifras. Esto significa que entre este año y el que viene España pedirá a los mercados 230.000 millones de euros, una cuarta parte de lo que, por decirlo así, vale todo el país.

Es decir, que cuando acabe 2013 los españoles, que somos al fin y al cabo a los que compromete el pago de esta gigantesca cuenta pendiente, deberemos cerca de un billón de euros.

Una cantidad que exigiría suspender totalmente toda la prestación de servicios públicos durante tres años para poder hacerle frente, o poner a todo el país durante un año trabajando a pleno rendimiento única y exclusivamente para pagar sus deudas con el exterior.

Según el Gobierno, la factura que pasará a los presupuestos de 2013 semejante nivel de endeudamiento durante el próximo año ascenderá a algo más de 38.000 millones de euros, 10.000 más que el año pasado.

Lo más llamativo es que esta escalada histórica del endeudamiento se produce en el peor contexto posible. La prima de riesgo de la deuda española ha tocado este año su máximo histórico por encima de los 600 puntos básicos y el coste de financiación ha aumentado alrededor de un 20% en apenas dos años.