Salvados: "La presencia de familiares de políticos en las empresas públicas es muy habitual"

Jordi Évole comenzó su periplo por el entramado de las empresas públicas españolas acompañado de Antonio Ruiz de Árbol, periodista de Eldiario.es. "Una empresa pública es aquella que es propiedad del estado", dejaba claro este periodista que, para matizar, decía que aunque "tienen muy mala prensa en la actualidad", "fueron el motor de muchos sectores".

Y es que, son muchos los ciudadanos que piensan que estas empresas tan solo se crearon por algún interés de la clase política. Sin embargo, como desvelaba Antonio Ruiz de Árbol, no está claro por qué la administración pública opta por crear una empresa pública para administrar un servicio. Pese a que "son un negocio muy rentable, siempre hay quien tiene interés en que se privatice", aseguraba.

Son muchos los ejemplos de empresas que nacieron siendo públicas y acabaron siendo privadas. Quizá sea esta la razón por la que abundan los casos que justifican, como decía este periodista, el hecho de que "estamos ante empresas instrumentales al servicio del poder político", porque al fin y al cabo es este quien decide qué sucede con ellas.

Algo que corroboró Jaume Sola, ex presidente de Aigues del Ter-Llobregat, una empresa que comenzó siendo pública y acabó siendo privada, pese a su buena gestión y a que "siempre fue rentable". Según la versión de Sola, la Generalitat decidió privatizarla, entre otras razones, por la fuerte deuda que tenía dicha compañía. Lo que sucede es que dicha deuda, que ascendía a los 700 millones de euros, se debía a unas gestiones destinadas al proyecto de trasvase del Ebro diseñado por el Partido Popular y a que el político de turno no optó por subir las tarifas, tal y como debía de haber hecho. Lástima que imperase el interés en seguir aferrado a su puesto en las siguientes elecciones. "Claro que hubo interés previo de privatizarla", aseguraba Jaime Sola.

Aunque si hay un lugar en España donde las empresas públicas han pasado a manos privadas, ese es la provincia gallega de Orense. Allí, la Diputación se ha convertido en la segunda empresa que más personas tiene en plantilla de toda la provincia.

Hacia allí se trasladó el equipo de Salvados para charlar con Cristina Huete, periodista de El País. Fue ella quien aclaró a Jordi Évole cómo la Diputación presidida entonces por José Luis Baltar construyó un hipódromo y lo creó como empresa pública. Un recinto en el que hubo más empleados que caballos en una tierra que carecía por completo de tradición y cultura ecuestre.

"El hipódromo tuvo pérdidas por 800.000 euros. Ya lo han desmantelado y hubo una concesión a una empresa privada", contaba Huete antes de que pudiésemos escuchar la versión del ahora responsable del centro. Jorge Vázquez aseguró que a día de hoy pagaban un total de 1.500 euros por un "canon", que se podía traducir en el alquiler de las 50 hectáreas que ocupa el hipódromo.

Pero más allá del hipódromo Cristina Huete desveló a Salvados el devenir de las diferentes empresas públicas que la Diputación de Orense creó durante la etapa de José Luis Baltar y que ahora su hijo, Manuel Baltar Blanco, ha acabado por desmantelar. Para corroborar esa información, Jordi Évole fue a hablar con 'Baltar hijo', actual presidente de la Diputación de Orense.

Con él, Jordi Évole pudo abordar las cuestiones relativas a Urbaourense y el INORDE (el Instituto Ourensano para el Desarrollo de Proyectos ), dos de esas compañías. En el caso de esta última, el presidente elegido democráticamente por los ciudadanos aseguró que se trataba de "un hecho caricaturesco" el que del millón de euros destinados a la institución, tan solo 3.000 euros estuviesen destinados al desarrollo de la actividad para la que la empresa fue concebida. El resto se esfumaba en el sueldo de los que allí trabajan.

En relación a este tema, Évole abordó la contratación de personas vinculadas al Partido Popular. Una circunstancia que Manuel Baltar aseguraba desconocer y que ha llevado a su padre a estar inmerso en un proceso judicial. "¿Pondría la mano en el fuego por su padre?, le preguntó Jordi al presidente. "Yo no pongo la mano en el fuego por nadie", contestó.