Salvados: "La tarifa de la luz va a subir siempre porque debemos 24.000 millones de euros"

    • En 'Oligopoly' el equipo de Salvados ha tratado de esclarecer los entresijos del complejo mundo de la energía en España
    • ¿Por qué da igual a qué gasolinera vayas que siempre acabas pagando la gasolina más o menos al mismo precio? ¿No es un mercado liberalizado?
Salvados analiza al consumidor español en 'El cliente perfecto'
Salvados analiza al consumidor español en 'El cliente perfecto'
lainformacion.com

En medio del contexto económico que atraviesa nuestro país, resulta difícil explicar cómo el actual precio de la energía no parece tener techo hasta el punto de que España se ha situado a la cabeza de los precios más caros de electricidad y gasolina. En 'Oligopoly' el equipo de Salvados con Jordi Évole a la cabeza ha tratado de esclarecer los entresijos del complejo mundo de la energía en España.

Con la periodista Carmen Monforte, del diario económico 'Cinco Días', Jordi Évole emprendió la ardua tarea de tratar de entender la factura de la luz. Pronto cayó en la cuenta de lo complicado que se iba a tornar su objetivo. Y es que, según explicó, lo que aparece en la factura que llega a la casa de los ciudadanos no refleja los detalles de aquellos conceptos económicos que realmente engordan la factura. Quizá por eso "la electricidad en España no sea la más cara de Europa, pero sí el recibo", como aseguraba Monforte.

Esta periodista enumeró los "peajes de acceso" que, pese a no aparecer en la factura de la luz, son los verdaderos culpables de que cada año la cantidad que ahí aparece reflejada sea mayor. Aspectos como la moratoria nuclear (por la cual el Estado adeuda aún 52 millones de euros a las compañías que poseen centrales nucleares), las primas a las energías renovables o el déficit de la tarifa (por el cual los clientes deben a las eléctrica la friolera de 24 millones de euros) hacen que haya un "desbarajuste total" y que, tal y como afirmaba Carmen Monforte, "la tarifa de la luz vaya a subir siempre, siempre".

En el seno de las compañías eléctricas la situación no se vislumbra con mayor claridad. Si no que se lo digan a Jorge Morales de Labra, director de la compañía de energías renovables GeoAtlanter, que trató de explicar en Salvados cuál era el procedimiento por el cual se fija el precio del kWh (kilovatio/hora). Morales de Labra explicaba cómo las grandes compañías energéticas españolas han creado un oligopolio enormemente perverso para los clientes en tanto que se alían para poder fijar los precios que a ellas más les interesen.

Gracias a este procedimiento, el dato que trataba de adivinar Évole pasó a ser algo completamente confuso e imposible de descifrar. De lo único que parece tener constancia Jorge Morales de Labra es que, gracias a este oscuro y abstracto proceso, las compañías eléctricas han conseguido generar un sobreprecio de 550.000 millones de euros.

No obstante, este contexto no parece darse solo en el ámbito de la energía eléctrica. Al menos, así lo explicaba Alfredo Hernández, asesor jurídico de estaciones de servicio, que explicaba cómo, aunque el Tribunal de Competencia ya ha intercedido en caso de abuso con las grandes petroleras españolas, lo cierto es que ellas siguen haciendo y deshaciendo a su antojo. "Estas sanciones son como si tú vas por la carretera a 200 km/h y la Guardia Civil te dice que te cobra un euro de multa y te retira el carné durante media hora", ironizaba Hernández.

Pero conforme la investigación del equipo de Salvados ahondaba en la cuestión, el contexto se iba tornando cada vez más pernicioso para toda la economía española. "El problema es que este tipo de prácticas perjudican al interés general y hacen a las empresas menos competitivas", afirmaba Alfredo Hernández, mientras charlaban con el propietario de una estación de servicio.

En su empeño por comprobar cómo y cuánto podían variar los precios de los carburantes en una zona concreta, Jordi Évole recorrió diversas estaciones de servicio pertenecientes a alguna de las grandes petroleras españolas. No encontró ninguna independiente, salvo la que regentaba Laurent Martín, propietario de la estación de servicio de la superficie comercial E. Leclerc. El caso de esta estación de servicio era ciertamente anómalo, y es que Laurent aseguraba comprar el carburante a una gran marca (cuyo nombre no pudo desvelar) y venderlo a un precio que él mismo fijaba.

Esto, a tenor de las opiniones vertidas por los diferentes expertos que desfilaron por el 'Oligopoly', debía de ser la tendencia que imperase en el mercado español. Sin embargo, como explicaba Jorge Fabra, fundador de Economistas frente a la crisis y ex miembro de la Comisión Nacional de la Energía, "en este campo de juego hay actores muy importantes" que imponen su autoridad. Por ello, pese a comprobar la eficiencia con la que se presentan a la sociedad compañías como Endesa, Gas Natural o Repsol, "la regulación existente impide que la eficiencia de esas empresas llegue a los usuarios", aseguraba Fabra, que no dudaba a la hora de asegurar que la presión de estos lobbys, no solo en España sino también en Europa, era "intensísima". "Y sus intereses impiden que se reforme", afirmaba Jorge Fabra.

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