El FROB negocia con Aviva la venta de parte de su deuda subordinada en Sareb

Madrid, 11 mar.- El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) negocia con la filial en España de la aseguradora Aviva la venta de parte de su participación en la Sareb, sociedad que agrupa los activos inmobiliarios de la banca conocida comúnmente como 'banco malo', informan a Efe fuentes del organismo.

La operación, que supondría la incorporación de Aviva al 'banco malo', algo que ya han hecho otras aseguradoras como Generali, Zurich, Reali, Santa Lucía o Asisa, podría cerrarse "en los próximos días", añaden las mismas fuentes.

La entrada de Aviva en la Sareb se articulará mediante la adquisición de parte de la cartera de deuda subordinada en poder del FROB, que asciende al 45,9 %, 1.652,4 millones de euros.

Según la legislación vigente, el FROB no puede reducir su peso en el conjunto de la deuda subordinada del 'banco malo' por debajo del 45 %, por lo que puede desprenderse de un máximo del 0,9 %, que equivale a unos 32 millones.

El consejero delegado de Aviva España, Ignacio Izquierdo, ha dicho esta mañana en la presentación de resultados que la aseguradora tiene intención de destinar entre 5 y 6 millones de euros para entrar en la Sareb, pero no ha especificado la fórmula para hacerlo.

Según las cifras anunciadas por Izquierdo, Aviva adquiría entre el 0,14 % y el 0,17 % de la deuda subordinada que tiene el FROB en el 'banco malo'.

Fuentes de Sareb dijeron a Efe que la sociedad ya tiene una estructura de capital y no prevé hacer ampliaciones nuevas ni emitir nueva deuda subordinada a medio plazo.

La última emisión de deuda de Sareb se hizo el pasado 26 de febrero para cubrir el traspaso de los activos tóxicos de las entidades incluidas en el 'grupo 2', Liberbank, BMN, CEISS y Caja3 y ascendió a 14.086,8 millones.

La cantidad que tiene previsto invertir Aviva se sitúa en la franja alta de las aseguradoras que han suscrito deuda subordinada de la Sareb y no tienen participación en el capital.

Asissa tiene 2 millones en deuda subordinada, Pelayo y Reale, 3 millones cada una; Santa Lucía, 4 millones; y Zurich y Generali, 5 millones cada una.