El decreto de cajas acelera sus salidas a bolsa y las fusiones con banca mediana

  • La inminente necesidad de conseguir hasta 20.000 millones de capital fuerza a las cajas a buscar nuevas vías de financiación. Los grandes SIP, como el de Caja Madrid y Bancaja, analizan acelerar su salida a bolsa; mientras que las fusiones regionales, como las gallegas o las catalanas, plantean ya integrarse con bancos medianos.
Rato asegura que tras ver los planes del Gobierno, Caja Madrid actuará en consecuencia
Rato asegura que tras ver los planes del Gobierno, Caja Madrid actuará en consecuencia
Ruth Ugalde
Ruth Ugalde

El Gobierno ha dado el pistoletazo de salida para que las cajas hagan en ocho meses los planes que preveían llevar a cabo durante los próximos dos años.

Los nuevos requisitos de solvencia que va a imponerles, superiores a los exigidos por Europa, obligarán al sector a buscar 20.000 millones de capital privado en tiempo récord.

"El problema es que una veintena de entidades incumplen las nuevas exigencias y es imposible que todas obtengan dinero en el mercado", señala una fuente del sector.

Ante este escenario, las cajas afectadas han empezado a hacer sus análisis y éstos, por el momento, se dirigen fundamentalmente en dos direcciones.

La primera, es acelerar los procesos de salida a bolsa entre aquellas entidades que se han fusionado mediante SIPs y, por tanto, que ya tienen constituido su banco. La segunda, es fusionarse con bancos medianos.

Los SIP salen a bolsa

En esta liga destaca Banco Financiero, capitaneado por Bancaja y Caja Madrid. Aunque en el mercado se baraja que este matrimonio necesite una inyección de capital de 10.000 millones, las fuentes consultadas por lainformacion.com reducen a menos de la mitad esta cifra.

El Ministerio de Economía todavía no ha aclarado el ratio de solvencia definitivo que impondrá a las cajas, sólo ha adelantado que será superior al core capital del 8% que exigirá la nueva Basilea III. En el sector se prevé que termine fijándose en el 8,5%.

Para llegar a este nivel, el grupo capitaneado por Rodrigo Rato baraja la posibilidad de acelerar su anunciada salida a bolsa. En este escenario, jugará un papel fundamental cómo se termine redactando el nuevo decreto de cajas, que el Gobierno prevé aprobar en febrero.

Y aquí entra en juego el tiempo que el Banco de España concederá a las entidades para llevar a cabo el plan de recapitalización que le presenten antes de otoño.

El sector confía en conseguir que tener de plazo hasta 2013 para cumplir los nuevos ratios de solvencia, lo que supone adelantarse en cinco años a las exigencias europeas, aunque se les obligue a empezar a poner en marcha las medidas desde este mismo ejercicio.

En este escenario, Banco Financiero ganaría un tiempo precioso, ya que en vez de verse obligado a salir al mercado este mismo verano, podría preparar con mayor tranquilidad su estreno bursátil, con la vista puesta en el próximo ejercicio.

Además, Caja Madrid y Bancaja cuentan con millonarias participaciones en bolsa, en las que podrían llegar a desinvertir, total o parcialmente, para obtener también por esa vía más dinero.

Banca Cívica ya ha anunciado que prevé recurrir al mercado de capitales para alcanzar los nuevos objetivos, el problema es que su tamaño es cinco veces más pequeño que la fusión de Caja Madrid y Bancaja: 76.000 millones frente a 340.000 millones. Toda una desventaja para atraer el interés de los inversores.

Banco Base, la suma de fuerzas de Cajastur, CAM, CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura, suma unos 135.000 millones que le abren con mayor facilidad las puertas de la bolsa; mientras que Grupo Mare Nostrum lo tiene más complicado, con sus 73.055 millones.

No obstante, ésta última podría necesitar sólo una inyección pequeña, ya que gracias a los 915 millones que ha solicitado al Fondo de Rescate (FROB), confía en tener un core capital del 8,4%.

Fusiones con Pastor y Sabadell

Las fusiones de cajas regionales, Novacaixagalicia, Catalunya Caixa y Unnim, en cambio, deben convertirse primero en un banco para poder a salir a bolsa, como está haciendo la última, fruto de la fusión de Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu.

Las otras dos, en cambio, han visto como primera vía para recapitalizarse unirse a bancos medianos de su región. En el caso de las gallegas, se baraja la posibilidad de integrarse con Banco Pastor.

La entidad dirigida por Jorge Gost descarta hacer comentarios y se limita a apuntar que estaría dispuesta a analizar una operación de este tipo, siempre que ella mandara y la marca resultante fuera la suya.

Las negociaciones entre Catalunya Caixa y Banco Sabadell llevan semanas encima de la mesa y este decreto ayudaría a acelerarlas.

No obstante, tanto en este caso, como en el anterior, la sociedad resultante podría verse obligada a buscar nuevas inyecciones de capital para cumplir los objetivos de solvencia.

A cierre de septiembre, último periodo con cifras oficiales, Sabadell, tiene un core capital del 7,8%; mientras que el de Catalunya Caixa apenas llega al 6,6%.

En el caso gallego, la buena foto de Pastor, con un core capital del 8,35%, se vería estropeada por la integración de la caja, lo que le forzaría al salir a mercado para conseguir capital.

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