Guía para entender toda la revolución de las cajas

  • El Gobierno acaba de anunciar un nuevo decreto que obligará a las cajas a elevar sus niveles de solvencia por encima de lo que exige Europa y les empuja a terminar convirtiéndose en bancos. Además, aquellas que no alcancen los nuevos ratios, serán nacionalizadas. Aquí tienes todas las claves para comprender la revolución de las cajas.

¿Por qué están mal las cajas? Los motivos son muchos, pero entre sus principales errores estuvo que prestaron mucho dinero para proyectos inmobiliarios, que ellas, a su vez, financiaban con dinero que también pedían prestado. Debido a la crisis económica y al desplome de la burbuja inmobiliaria, muchos clientes no devolvieron los préstamos y las cajas se vieron con un stock de ladrillo y con serios problemas para devolver el dinero que también pidieron ellas.  Por ejemplo, se calcula que hay 180.000 millones de euros en créditos de dudoso cobro (morosos).

¿Por qué es tan grave la situación? Porque los grandes prestamistas internacionales (bancos, fondos, aseguradoras) temen que las cajas no puedan hacer frente a sus deudas y, además, tengan que apuntarse unas multimillonarias pérdidas derivadas de la caída del precio de los inmuebles que financiaron y ahora se están quedando. Es decir, que temen la quiebra de varias entidades.

¿De cuánto es el agujero? El Gobierno ha cifrado en 20.000 millones el importe máximo que necesitarán todo el sistema financiero (cajas y bancos) para recapitalizarse y cumplir los nuevos criterios de solvencia que ha impuesto. A esta cantidad se deben sumar los 11.600 millones que ya ha inyectado el Fondo de Rescate (FROB) y los 3.100 millones del Fondo de Garantía. Por tanto, en total, la cifra rondará los 35.000 millones.
 
¿Qué piensa hacer el Gobierno?
En febrero, aprobará un decreto ley que exigirá a todo el sistema financiero español cumplir unos criterios de solvencia muy superiores al resto del mundo. Los bancos deberán tener un core capital del 8% desde ya, mientras que Europa ha dado de plazo hasta 2013 para alcanzar este listón. Las cajas están obligadas a tener una cifra todavía mayor, aunque el Gobierno está pendiente de determinar cuál será. Con esta decisión, el Ejecutivo intenta demostrar a los inversores y prestamistas internacionales que España se ha tomado en serio el saneamiento de las finanzas.

¿Qué condiciones les impone? La condición más importante es la citada anteriormente, de tener una reserva de dinero (capital) que cubra por lo menos el 8% del dinero que han prestado (activos). Es decir, que por cada 100 euros prestados a sus clientes, tenga ocho euros como mínimo  de reserva (capital). A ese índice se le llama core capital.

¿Aceptarán los mercados esas condiciones? En principio, a medio y largo plazo, la noticia debe ser positiva para los inversores, porque va más allá de la nueva normativa bancaria internacional, llamada Basilea III, que exigirá en 2013 reforzar los criterios de solvencia a todos los bancos y cajas europeos, con el citado core capital del 8%.

¿Cuándo tienen que presentar las cajas sus cuentas?
A finales de febrero. Para entonces, ya se sabrá cuál es el mínimo de solvencia que les impone el Gobierno, en cualquier caso superior al 8%. Aquellas que incumplan esta nota, tendrán de plazo hasta otoño para presentar al Banco de España un plan en el que expliquen cómo van a conseguir el dinero necesario para alcanzar esa nota. En cualquier caso, deberán hacerlo recurriendo a dinero privado, lo que exigirá su desaparición como cajas tradicionales y su conversión en bancos o SIPs (fusiones frías). En septiembre, quienes sigan sin conseguir por sí mismas los criterios de solvencia exigidos, se transformarán en bancos y el Estado les inyectará el dinero que necesiten a cambio de convertirse en su accionista. Es lo que se conoce como nacionalización de las cajas.

¿Qué diferencia hay entre una caja y un banco? Las cajas son “fundaciones de naturaleza privada”. En su origen, eran instituciones religiosas para ayudar a los pobres  llamadas Montes de Piedad, o lugares donde la gente dejaba en prenda sus objetos de valor. Con el tiempo, pasaron a estar gobernadas por partidos políticos a través de los gobiernos de las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos y hasta de las corporaciones locales. Es decir, su capital no estaba dividido en acciones. Un banco, en cambio, es una sociedad anónima como cualquier empresa. Está gobernada por un consejo de administración que representa a los accionistas.

¿Qué significa nacionalizar una caja? Que el Estado se convierte en su accionista. El plan diseñado por el Gobierno contempla que las cajas se conviertan en bancos, comprarles la parte de acciones proporcional al dinero que pidan al FROB, deshacer sus actuales órganos de gobierno y crear un Consejo de Administración sometido a los principios de Buen Gobierno de las empresas cotizadas, sentarse en ese consejo en representación de las acciones que controle el Estado, dirigir el plan de reestructuración y, en un plazo máximo de cinco años, salirse del capital mediante la venta de sus acciones. Con este esquema, ya no existirá la presencia de los políticos de las comunidades autónomas, ayuntamientos y diputaciones locales; pero aumentará la de los políticos del gobierno central.

¿Por qué atraviesan tantos problemas las cajas? Como ya se ha dicho al principio, hay varios motivos, pero uno muy importante ha sido su excesiva politización, lo que ha dado lugar a la toma de decisiones sin ninguna lógica empresarial, ni financiera. Esta mala gestión ha dado lugar, en demasiados caso, a situaciones en las que los políticos dirigían los préstamos de las cajas a cubrir sus objetivos de obras públicas y a financiar sus excesos. Un ejemplo es el aeropuerto de Ciudad Real, un aeropuerto internacional que hoy solo tiene un vuelo al día. Costó más de 1.000 millones de euros. Fue financiado por Caja Castilla La Mancha, la primera caja en ser intervenida por el Banco de España.
 
¿Cuánto dinero hay para rescatar al sistema financiero? El FROB tiene capacidad para movilizar hasta 90.000 millones de euros, de los cuales, se han prestado ya 11.600 millones. No obstante, como se ha apuntado antes, los cálculos del Gobierno contemplan movilizar, como máximo, algo menos de 35.000 millones.  

¿Cuáles son las cajas con problemas? Entre las grandes, destacan Caja Madrid, Bancaja y CAM. También están en el ojo del huracán el resultante de las fusiones gallegas, catalanas y castellano-leonesas; mientras que Grupo Mare Nostrum, encabezado por Caja Murcia, supenderá si el Ejecutivo exige a las cajas, al menos, un 8,5%.

¿Y los bancos con problemas? Bankinter, Sabadell y Banco de Valencia, entre los cotizados. Los demás aprueban justos, ya que sólo Santander y Popular llegan al menos al 8,5%. Se estima que la mitad del sistema financiero suspende los nuevos criterios de solvencia.

¿Qué sucede si una caja no tiene esos problemas y cumple con los nuevos requisitos? Que puede seguir siendo una caja de ahorros. El problema es que jugará con desventaja, al exigírsele unos niveles de solvencia superiores a los bancos y al resto del sistema financiero internacional, y sin capacidad de financiarse en el mercado. Esto, en última instancia, prácticamente les fuerza a terminar convirtiéndose en bancos de manera voluntaria para poder jugar con las mismas reglas de juego.

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