Las cajas valoran recurrir el decreto de Economía

  • El terremoto que ha caído sobre el sector ha levantado ampollas entre las cajas, que valoran la posibilidad de recurrir ante los tribunales, para defenderse, si el decreto termina cerrándose como se está flitrando: con unos ratios de capital del 10% y sin poder utilizar las ayudas del FROB como capital.
Ruth Ugalde
Ruth Ugalde

"Quieren acabar con las cajas". Es una de las frases más repetidas en el sector cuando se pregunta por las nuevas reglas de juego que quiere imponer el ministerio de Economía.

Razones para pensar así, les sobran. El decreto que presentará el Gobierno este mismo mes de febrero rompe por completo las actuales reglas de juego y divide al sector financiero español en entidades de primera y de segunda.

Los bancos constituyen la categoría privilegiada, al permitírseles operar con un ratio de solvencia del 8%. En cambio, las cajas deberán alcanzar entre un 9% o un 10%, según adelantó la ministra de Economía, Elena Salgado.

Esta diferente vara de medir ha puesto en guardia a las cajas de ahorros, que se verán obligadas a competir en inferioridad de condiciones si el Gobierno termina imponiendo esa métrica.

Incluso las entidades más solventes, como BBK o Unicaja, cuyos ratios de solvencia superan el 10% y, por tanto, en principio, superan las nuevas reglas propuestas por el Gobierno, se verán jugando en inferioridad de condiciones, hasta el punto de que, competitivamente hablando, no les conviene seguir siendo una caja.

Diferentes estimaciones sitúan entre 2.000 y 3.000 millones de capital el impacto que tiene elevar un punto el ratio de solvencia. Por tanto, permitir que los bancos operen con un 8% y exigir a las cajas un 10% supone forzarles a tener unos recursos de hasta 6.000 millones más.

Los dos hombres fuertes del sector, Isidro Fainé, presidente de La Caixa y de la CECA -patronal del sector-, como Rodrigo Rato, su homólogo en Caja Madrid, han criticado la doble vara de medir del Gobierno.

"Estas exigencias son demasiado, así que no descartamos presentar un recurso o tomar medidas. Pero habrá que esperar a ver cómo termina quedando el decreto", señala una fuente del sector.

"Hablar ahora de tribunales puede parecer exesivo, pero, obviamente, se cierra ninguna puerta. Por el momento, preferimos esperar a ver cómo termina definiéndose todo", señala otro portavoz de una entidad.

En la redacción final del decreto también está en juego cómo se termina formando el ratio de capital (core capital) y las ayudas del FROB.

Con la normativa actual, las ayudas públicas que han recibido las cajas pueden computarse como capital y, por tanto ayudan a mejorar la solvencia de estas entidades. Sin embargo, Economía ha lanzado globos sonda dando a entender que no permitirá contabilizarlas así.

En tal caso, la mayoría de las cajas quedará por debajo de la nota exigida, incluso, será prácticamente incapaz de alcanzar el 8%, aunque se convierta en banco.

El sector confía en que, al final, el decreto no llegue a tal extremo y flexibilice las medidas. Pero ya se está preparando para defenderse si termina exigiéndoseles ser mucho más rentables que los bancos y, además, saltándose, con carácter retroactivo, las reglas que se les impuso para acceder al FROB.

Y éstas contemplaban que las ayudas públicas pudieran computarse como capital. De hecho, así lo están haciendo el resto de entidades europeas rescatadas por sus respectivos Estados.

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