Santander mantendrá cerrado el crédito tras integrar Banesto y crecerá en depósitos

    • La entidad apenas prevé un crecimiento del 4,7% del volumen de crédito en los próximos tres años, mientras que los depósitos crecerán un 13%.
    • El mercado considera que la operación permite al banco llevar a cabo la reestructuración que tiene pendiente de manera menos traumática.
Ruth Ugalde

Más ruido que nueces. Es el resumen que hace el mercado de la decisión anunciada ayer por Santander de absorber Banesto, entidad que ya controlaba en casi el 90%, y que quiere tener anexionada en su totalidad en mayo del próximo año.

Esta celeridad es el más claro ejemplo de que esta operación echa raíces en un terreno abonado. La otra muestra es que "apenas tiene impacto en el balance ni en la cuenta de resultados", señala Ivan San Félix, analista de Renta 4.

De hecho, la compañía cifra en apenas 520 millones de euros brutos el impacto positivo de la fusión, cifra que queda reducida a 380 millones de euros de mejora del beneficio neto en tres años, es decir, un ligero aumento del 3,4%. En terminos de beneficio por acción, la mejora será de apenas un 3% en el citado plazo.

Suma y sigue, porque estas sinergias tendrán su contrapartida en los costes de reestructuración, que la entidad cifra en 400 millones de euros y que conllevarán el cierre de 700 oficinas y un ajuste de plantilla todavía por detallar, pero que en ningún caso, según Santander, dará lugar a un ERE.

Como la suma de todo el Grupo Santander, es decir, incluyendo Banesto y Banif, alcanza las 31.500 personas en España, esto significa que el recorte de plantilla debería ser inferior a 3.150 empleados.

Fruto de su tiempo

Tras conocer los números de la operación, los expertos prácticamente coinciden en enmarcarla dentro del proceso de reestructuración que el banco presidido por Emilio Botín, como el resto del sector, debe llevar a cabo.

"Al no haber encontrado un comprador para Banesto, integrarlo es una buena opción, porque permite a Santander llevar a cabo un movimiento feo, pero necesario, que pasa por el cierre de oficinas y el ajuste de plantilla", señala Jorge Lage, de CM Capital Markets.

La integración tampoco traerá consigo una mejora del crédito, ya que Santander apenas prevé un crecimiento del volumen de los préstamos del 4,7% en los próximos tres años, al pasar de los 210.000 millones que suma en la actualidad, hasta los 220.000 millones.

En cambio, confía en basar su crecimiento en los depósitos, que pasarán de los 185.000 millones actuales a 210.000 millones, lo que significa un incremento del 13%.

Y eso que la entidad no tiene en sus planes una nueva guerra del pasivo, ya que prevé mantener los costes de los depósitos estables, mientras que, en cambio, sí que confía en una mejora de 50 puntos básicos en la rentabilidad del crédito, que se situará en el entorno del 4%.

"Estas previsiones están en línea con el resto del sector, que también pronostica un incremento de los depósitos, pero no de los préstamos, en gran parte, porque la demanda de crédito en España en los próximos años será cero o nada", apunta Fernando Hernández, director de Gestión de Inversis Banco.

De hecho, la diferente evolución de estos dos productos hará que Santander tenga en equilibrio el volumen de depósitos y créditos, una de las condiciones que Bruselas ha impuesto a las entidades que reciban ayudas públicas.

Desde Santander explican que gran parte de la captación de dinero vendrá por la fuga de clientes de otros bancos, fundamentalmente de las entidades más débiles, fenómeno que ya se ha dejado notar en el último año y que ha permitido a Santander liderar el ránking por dépositos del sector y elevar su cuota de mercado al 14% en España.

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