Los minicréditos, el precio del dinero rápido a muy corto plazo

Cuando vamos apurados a finales de mes lo último que necesitamos es un imprevisto. Aunque a veces, simplemente, no se pueden evitar. Una avería, una multa o tener que comprar un electrodoméstico son algunos de los ejemplos más comunes. Pero, ¿qué hacer en esos casos? ¿Cómo salir del atolladero?

Una posible solución es acudir a los llamados minicréditos, unos préstamos personales de bajo importe a muy corto plazo, que no suelen superar los 500 euros a devolver en un mes como máximo.

Lo bueno de estos productos es que permiten salvar los muebles si nos vemos en un apuro, en apenas unas horas y sin levantarse de la silla, pero la otra cara de una moneda está en sus elevados intereses.

De hecho, tan alto es el coste relativo de estos créditos que ellos no hablan de interés, sino de honorarios. Y si calculamos la TAE (Tasa Anual Equivalente) de estos préstamos no es de extrañar: superarían en muchos casos el 600% TAE cuando la mayoría de préstamos personales que ofrecen los bancos apenas llegan al 10% TAE.

Eso sí, al tratarse de un importe muy bajo, a tan corto plazo y concedido tan rápidamente (puedes tener el dinero en cuenta tan sólo unas horas después de pedirlo) puede merecer la pena por tratarse de la única opción.

Pero, veamos por fin cuánto nos costaría pedir un préstamo en algunas de las principales webs de minicréditos:

- Préstamo 10: 40 euros de honorarios por pedir 200 euros a devolver en 10 días.

- Créditopocket: 27,78 euros de honorarios por pedir 200 euros a devolver en 10 días.

- Via SMS: 20 euros de honorarios por pedir 200 euros a devolver en 10 días.

Como podemos comprobar, los honorarios por pedir un préstamo son bastante elevados y varían mucho en función de la entidad elegida. Pero, por lo general, representan un porcentaje bastante elevado del importe total.

Además, hay que tener en cuenta que en caso de no devolver el préstamo en el plazo previsto empezarán a sumarse comisiones de demora y la empresa acudirá sin complejos al registro de morosos (ASNEF), lo que derivará en un cierre total del acceso al crédito hasta que la deuda y sus intereses sean subsanados.

Estamos, por tanto, ante un producto que sólo hay que solicitar en caso de alta necesidad y, sobre todo, si estamos seguros de poder reembolsarlo al final del plazo.

Y por supuesto, si es posible acceder a una alternativa más barata, siempre es recomendable comparar préstamos hasta dar con el que menos dañe nuestro bolsillo.