"Fixies", la revolución de la bicicleta urbana

  • Antonio Álvarez Lovillo.

Antonio Álvarez Lovillo.

Sevilla, 18 jul.- Paul de Vivie, francés fundador de la revista Le Cycliste, formuló hace cien años la frase "¿No es mejor acaso triunfar por la fuerza de tus músculos que por el artificio de los cambios de la bicicleta?". Un siglo después, el fenómeno de las "fixies" o bicis de piñón fijo se han vuelto a poner de moda.

Las "fixies" son simplemente bicicletas reducidas a su función básica: pedalear por placer. Como muchas de las modas que hoy en día llegan a nuestra sociedad, suponen volver a un estilo de vida pasado.

El anglicismo "fixies" proviene del término "fixed gear", que es el nombre con el que se conoce a las bicicletas de piñón fijo. Esta es su principal característica, el no tener nunca un punto muerto y que la rueda trasera siempre gire en concordancia con la cadena y los pedales.

El frenar es otro punto importante. Se reduce la velocidad haciendo una fuerza inversa al sentido de la marcha.

El movimiento "fixie" surge a raíz de los mensajeros de Nueva York, como se puede ver en la película 'Premium Rush', traducida al español como 'Sin frenos', donde un chico recibe un día un encargo especial y tiene que entregarlo sorteando diferentes obstáculos.

En España, el movimiento "fixie" está empezando a surgir. Chen Morong es una de las artífices de ello, especialmente en Barcelona, cuna en España de la mirada retro a las bicicletas urbanas, donde Morong, de origen chino, tiene una tienda.

Para Morong, que admite que cuando ella llegó "no había cultura fixie", estas bicis se encuentran a "medio camino entre una bicicleta personalizada y un medio de transporte", aunque lo que tiene claro es que "es una moda como se puede observar en las películas, en Internet...". Concluye Morong que las "fixies" son "algo personal", por esa posibilidad de poder construirla al gusto de cada uno.

Como no podía ser de otro modo, en un comercio donde se apuesta por lo 'vintage', las "fixies" reciben una dedicación especial.

"Son atractivas por su gran funcionalidad, mínimo mantenimiento, comodidad, rapidez, poco coste...", dice Miguel Silvestre, propietario de otro comercio, en Madrid, quien cree que se están implantando entre la gente joven por "moda" y entre la más mayor por "cultura de la bicicleta".

Y explica que se ha apreciado un incremento del uso de estas bicicletas en "núcleos urbanos de más de 50.000 habitantes".

Y si hay tiendas es que hay negocio en torno a las "fixies", o lo que es lo mismo, que la gente tiene interés.

Luis Perezagua, trabaja en una tienda que comercializa sólo y exclusivamente este tipo de bicis, y ofrece la posibilidad de diseñarla personalmente.

Para Perezagua, como para Silvestre y Morong las fixies van más allá del estilo libre que se impone desde Estados Unidos.

En Sevilla, el proyecto emprendedor de las "fixies" corre a cargo de Antonio Martín, propietario un comercio donde se adquieren estas bicis, las define como el "lado más radical de la bicicleta urbana". Para él, son "otro concepto de bicicleta, donde es muy importante la exclusividad".

Martín enseña con orgullo algunos de sus modelos como la "Peio Ruiz Cabestany" del año 1984 o una "Super BH" del 1985, adaptadas al estilo "fixie".

Pero aquí se encuentra uno de los problemas principales: pensar que por ser básicas, este tipo de bicicletas son más baratas. "No es así, porque las llantas son tubulares, necesitan cámaras especiales... Y al estar en auge, el comercio se aprovecha", lamenta Martín.

Las "fixies", una mirada retro de la bicicleta con altas expectativas de futuro, ya han logrado llegar a España y lo hacen para quedarse. Una revolución, nunca mejor dicha, sin frenos.

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