Uno de los hombres más ricos del mundo ve su fortuna amenazada en Chipre

    • Tiene 9.100 millones de dólares y es el mayor inversor ruso en Nicosia.
    • La fortuna de Dmitry Rybolovlev depende del estado de la economía chipriota.
Dmitry Evgenevich Rybolovlev
Dmitry Evgenevich Rybolovlev
Alex Fontes

Dmitry Rybolovlev tiembla. El magnate ruso que hace solo dos décadas era un pequeño empresario de pueblo buscando hacerse rico con el colapso de la Unión Soviética, ve como su fortuna peligra por la crisis que sufre Chipre.

Mansiones, uno de los equipos de fútbol más prestigiosos de Europa, el apartamento más caro de Nueva York... La fortuna de Rybolovlev no tiene límites. Su ascenso al poder fue el claro ejemplo de enriquecimiento de los oligarcas rusos con la caída del gigante soviético, así como su depencia de la banca y la economía chipriota para depositar su fortuna.

Rybolovlev, que heredó de sus padres su pasión por la medicina, creó tras graduarse una pequeña empresa de fertilizante de potasa en 1990. Y multiplicó su fortuna cuando vendió las acciones de la compañía por 6.500 millones de dólares. El magnate aprovechó para invertir su fortuna en Chipre e instalar allí su residencia.

"Cualquier oligarca ruso que quiera proteger sus activos ha de estar seguro que estos se encuentran fuera de Rusia", ha explicado en The New York Times David B. Newman, el abogado que representa a la exmujer de

Rybolovlev en el caso de divorcio que mantienen. "Si eres amigo del gobierrno ruso todo son ventajas en Rusia, pero si la relación se tuerce, y ocurre muy a menudo, quieres estar fuera del país".

En la actualidad es una práctica común entre los multimillonarios rusos usar Chipre para invertir y asegurar sus sus fortunas ante la posibilidad de que pierdan el trato de favor que tienen con el presidente Vladimir Putin. Rybolovlev no solo tiene la gran parte de su fortuna depositada en Chipre sino que también es el mayor inversor ruso en el sector bancario chipriota.

Se calcula que existen más de 25.000 millones de dólares de dinero procedente de Rusia en los bancos chipriotas.

En 2008, Rybolovlev, de 46 años, compró una mansión en Florida a Donald Trump for 95 millones de dólares, el precio más caro pagado hasta la fecha por una residencia en Los Estados Unidos. Tres años después compró por 88 millones de dólares el apartamento más caro jamás vendido en Nueva York.

Rybolovlev compró a Sandy Weill, exconsejero delegado de Citigroup, un lujoso ático de 625 metros cuadrados en Central Park West, considerado la propiedad más costosa de la historia del mercado inmobiliario en la Gran Manzana.

El apartamento -con amplias vistas a Central Park desde una terraza de casi 200 metros cuadrados que rodea toda la vivienda- tiene diez habitaciones, 17 armarios y techos de más de cuatro metros de altura.

El magnate ruso es además el accionista mayoritaria del equipo de fútbol AS Mónaco. Rybolovlev compró el 67 por ciento del club hace sólo dos años y se comprometió a invertir durante los próximos cuatro años un mínimo de 100 millones de euros en fichajes.

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