La guerra de fusiones televisivas llega a su fin. Al menos, en lo que se refiere a los grandes grupos. El acuerdo de fusión que prevén anunciar hoy mismo Antena3 y La Sexta pone punto (y aparte) a varios años de negociaciones, acercamientos y desencuentros entre las grandes televisiones privadas de España.
Sin embargo, el camino recorrido hasta llegar aquí ha sido muy diferente para los dos grandes protagonistas: Mediaset y Antena3
Mientras que la primera tomó la delantera hace dos años, cuando se hizo con la entonces codiciada Cuatro, más un 22% de Digital+; la segunda ha esperado más tiempo para lograr su objetivo, pero a cambio de desembolsar mucho menos dinero... y de aprender de los errores de su rival.
En concreto, la filial de Planeta ofrecerá a los accionistas de La Sexta en torno a cien millones, de los cuales más de la mitad será deuda de la cadena, y poder hacerse con hasta un 15% del capital del nuevo grupo.
Mediaset, por su parte, tuvo que pagar 500 millones en efectivo y dar entrada a Prisa con un 18% de las acciones del nuevo grupo, valoradas en otros 500 millones. Una operación mucho onerosa que la acordada por Antena3, aunque también es cierto que para crear un gigante dos veces superior.
Al menos, desde el punto de vista de valor bursátil, ya que al cierre de ayer, Mediaset España vale para el mercado 2.468,76 millones de euros, frente a los 966,90 millones de Antena 3.
Aunque es cierto que la capitalización de la primera recoge ya todo el negocio de Cuatro y la parte proporcional de Digital+; la suma de La Sexta apenas permitirá a la cadena dirigida por Silvio González acortar mucho posiciones.
Por ejemplo, un informe de Santander valora La Sexta en torno a los 388,5 millones, cifra insuficiente para recortar verdaderamente distancias en bolsa con Mediaset.
Donde sí conseguirá Antena3 pisar sus talones a su rival será en el reparto del negocio, tanto por cuota de mercado de audiencia como publicitaria. De hecho, tras la fusión, aunque la italiana conservará el liderato, la distancia será mínima.
Según los últimos datos oficiales, el grupo Mediaset España (es decir, incluyendo Cuatro y todos los canales que posee, como FDF), tiene una cuota de mercado del 26,6%; muy superior al 21,7% del grupo La1 y del 17,7% que sumaba hasta ahora Antena3 con todos sus canales.
Pero, al engullir LaSexta, se apuntará otro 7,5% que elevará hasta el 25,2% su peso total sobre el total de la audiencia, apenas un punto menos que Mediaset.
Más espectacular será el salto desde el punto de vista publicitario, ya que la filial de Planeta pasará de controlar el 30,3% a llevar las riendas del 41,9%, gracias al 11,6% que le aporta La Sexta.
El matrimonio Mediaset-Cuatro, por su parte, suma un 43,5%, tras haber perdido 1,2 puntos básicos en el último trimestre, y después de haber demostrado las excasas sinergias publicitarias que se obtienen con este tipo de fusiones, debido a las trabas que pone Competencia.
Un mal del que tampoco escapa Antena3. Como señala un informe de Sabadell, "la obtención de sinergias no es tan evidente, tal y como ha demostrado la fusión de Tele5 y Cuatro, donde la publicidad no se podría negociar de forma conjunta, lo que limita las sinergias de ingresos, y donde La Sexta tiene mucho externalizado, lo que también podría limitar las sinergias de costes".
Por tanto, la clave de estos matrimonios es sumar fuerzas y luchas por que cada uno siga atrayendo al mayor número posible de espectadores... Algo que Antena3 prevé conseguir manteniendo la independencia ideológica de cada cadena, sobre todo, tras comprobar los fallos de Mediaset en este terreno con Cuatro.
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