Unos 4.000 migrantes -- incluyendo sirios, eritreos y sudaneses -- viven en condiciones precarias en el campamento de Calais, en el norte de Francia, a la espera del momento oportuno para poder cruzar a Reino Unido.
Los seis condenados a un mes de cárcel se introdujeron a un ferry en el puerto de Calais el 23 de enero, luego de una manifestación para pedir la apertura de la frontera con el Reino Unido. Dos franceses que los acompañaban, fueron condenados a pagar una multa de 300 euros.
Las autoridades francesas ordenaron evacuar una parte de este campamento de migrantes conocido como la "Jungla" de Calais antes del martes a las 19H00 GMT. Pasado este plazo, amenazan con evacuar a la fuerza.
La tensión en Calais ha aumentado en las últimas semanas, con manifestaciones de apoyo o en contra de los migrantes y un recrudecimiento de las agresiones en su contra.
El pasado 23 de enero, tras una manifestación en la que se exigía que se abra la frontera con Reino Unido, unos cincuenta migrantes forzaron una valla del puerto de Calais y subieron a bordo de un ferry proveniente de Dover (Reino Unido) antes de ser evacuados.
Frente a esta inédita intrusión en el puerto de Calais, pulmón económico de la zona, el ministro francés del Interior Bernard Cazeneuve había prometido la "firmeza total del Estado".
Paralelamente a este juicio, las autoridades francesas seguirán la evacuación del campamento.
Después de haber desplazado a finales de enero, por motivos de seguridad, a unos 600 migrantes instalados cerca del puerto y casas de residentes de la ciudad, el gobierno quiere ahora evacuar la zona sur del campamento.
La organización británica Help Refugees habla de 3.450 personas afectadas por esta medida, incluyendo 300 menores aislados, mientras que el gobierno da una cifra de entre 800 a 1.000 personas.
Los migrantes podrán elegir entre ser realojados en un centro de acogida provisional que abrió en enero en la parte norte del campamento o en diferentes centros de acogida en otras localidades francesas.
Pero ocho asociaciones humanitarias, incluyendo Médicos Sin Fronteras o Socorro Católico, denuncian que estos centros no son una "verdadera solución" y en una carta abierta a Bernard Cazeneuve expresaron su "profunda oposición".
Varios migrantes se niegan a ir a centros de acogida "porque no han renunciado a su proyecto de cruzar a Reino Unidos, no quieren irse de Calais", señaló Vincent De Coninck, de Socorro Católico.
Los migrantes de la "Jungla" de Calais recibieron el domingo el apoyo del actor Jude Law y de otras figuras británicas, que fueron hasta Calais para alertar a la opinión pública británica sobre la suerte de los menores aislados.
"Vine para ver por mí mismo, hacerme una idea de lo que está ocurriendo aquí", declaró la estrella de cine a la AFP.
"He conocido a gente extraordinaria, me parecía importante mostrar que son seres humanos. Me han conmovido especialmente cientos de niños, menores, que están solos y que no deberían estar aquí", dijo.
La prefecta de Pas-de-Calais (norte), Fabienne Buccio, dijo el domingo que se hará todo lo posible para evitar el uso de la fuerza. "La evacuación comenzará el miércoles y no se usará la fuerza si cada parte juega el juego", añadió.
Varios migrantes solicitaron de urgencia al Tribunal administrativo de Lille (norte) "para que se suspenda la decisión" de la prefectura en nombre de la violación de los derechos fundamentales, dijo a la AFP su abogada, Julie Bonnier. El tribunal se pronunciará el martes.
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