Zapatero roba a Salgado el protagonismo del nuevo curso económico tras aprobar la reforma laboral

  • El presidente del Gobierno asume hoy la dirección de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, labor que corresponde a Salgado, para definir personalmente el nuevo curso político, tras haber conseguido sacar adelante la reforma laboral.
Ruth Ugalde

Consejo de Ministros en la sombra. Así podría definirse la reunión que mantendrá hoy la Comisión Delegada de Asuntos Económicos. La esencia de este organismo es debatir entre los titulares de Fomento, Trabajo, Industria y Medio Ambiente, y bajo la presidencia de la titular de Economía, los temas económicos que, un día después, se llevan al Consejo de Ministros.

Pero, en esta ocasión, el guión se ha roto, y más que un encuentro entre las carteras económicas del país, parece un cónclave con lo más granado del Ejecutivo

Primero, por la multitudinaria convocatoria -el presidente, siete ministros, tres secretarios de Estado y un director de gabinete-; segundo, porque este viernes no hay Consejo de Ministros; y tercero, porque ha sido Moncloa quién ha tomado las riendas de la reunión.

Aunque desde el Gobierno insisten en que se trata de "una reunión más" y niegan cualquier carácter "específico o especial" del encuentro, tanto entre los miembros de la oposición, como en algunos ministerios, chirria esta convocatoria.

Con ella, Zapatero quiere asumir el protagonismo del nuevo curso económico, aunque esa postura suponga robar a la ministra Elena Salgado, responsable del ramo, el papel que le corresponde.

Pero el marcado carácter económico de la actualidad política a la vuelta de vacaciones ha sido una erótica a la que el presidente no se ha podido resistir. Sobre todo, después de que ayer el Senado aprobara la reforma laboral.

Este primer triunfo deberá ser refrendado por el Congreso el próximo 9 de septiembre y, para entonces, el Ejecutivo confía en tener encauzados los Presupuesto del próximo ejercicio, la reforma de las pensiones y la posible subida de impuestos.

Estos tres puntos han desatado enfrentamientos entre los diferentes ministros. El más reciente, la disparidad de opiniones del titular de Fomento, José Blanco, y la vicepresidenta económica, Elena Salgado, sobre la necesidad de subir impuestos.

Sin embargo, Blanco ha conseguido ganar la batalla a Salgado en sus planes de austeridad, con la inyección de 500 millones de euros adicionales tras el duro ajuste sufrido por su ministerio, y sigue peleando con los responsables de Hacienda en encontrar una solución para las autopistas radiales de Madrid, que puede descabalgar todavía más los planes de Economía.

Estas concesiones son la moneda de cambio que están utilizando los constructores para apoyar al Gobierno en el Fondo Extraordinario de Infraestructuras que Blanco ha prometido arrancar este mismo mes de septiembre, ya que se trata del último balón para salvar al sector en España...y al empleo que lleva consigo.

Todas estas diferencias serán hoy arbitradas por Zapatero, quien también ha convocado para este encuentro al vicepresidente tercero, Manuel Chaves, y a la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, cuya asistencia a la comisión delegada es extraordinaria y sólo se justifica porque van a tratarse temas que afectan a sus ministerios.

Lo sorprendente es que, se decida lo que se decida respecto a estas carteras, no tiene la urgencia de otras ocasiones, ya que al no haber consejo el vierrnes, cualquier decisión definitiva se retrasará hasta septiembre.

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