La Cataluña independiente cuenta con el 40% de nucleares y el 25% del turismo

  • La comunidad recibe uno de cada cuatro turistas que visita España, lo que garantiza un flujo continuo de ingresos. 
El turismo es uno de los puntos fuertes de Cataluña.
El turismo es uno de los puntos fuertes de Cataluña.
EUROPA PRESS

"No em diguis blat que no sigui al sac i ben lligat" ("No digas trigo que no esté en el saco y bien atado"). Si el independentismo catalán se aplicara a sí mismo el refrán de la tierra, podría decir poco. Pero el independentismo dice. El saco no está atado pero hay trigo. Cataluña tiene pilares económicos sólidos, de los que arman una economía aunque ahora estén rodeados de incertidumbre política. Lo que suceda con esa base económica (en conjunto un 19% del PIB nacional) es clave. Para España y para Cataluña. 

Los independentistas tienen bien identificados al menos tres de esos pilares. Cataluña reúne tres de los siete grupos nucleares del país; supone la cuarta parte del turismo nacional y acoge la mitad del sector químico, tanto en producción como en comercialización. Con energía asegurada, buen flujo de ingresos por turismo y actividad exportadora, los independentistas creen que hay base para plantear el desafío sin estrecheces. 

En el mercado de la energía, el planteamiento independentista supone concentrar y limitar las aspiraciones de los banqueros y empresarios catalanes que intentaron desde principios de 2000 formar un gran grupo energético. Gas Natural ( OPA sobre Iberdrola en 2003, OPA sobre Endesa en 2005 y compra de Fenosa en 2008) y Repsol fueron las palancas de esas aspiraciones; La Caixa –con Isidro Fainé y José Maria Nin al frente- fue, por su parte, el músculo financiador e impulsor vía participaciones. Instalaciones estratégicas

Cataluña tiene instalaciones estratégicas en su territorio, pero no tiene capacidad para aplicar una política energética integral. El artículo 133.1 del Estatuto de Autonomía atribuye al Ejecutivo autónomo competencias compartidas. Cataluña no puede regular los precios del petróleo, el gas o la electricidad ni priorizar inversiones. Pero con la legalidad cuestionada, hay que mirar a lo concreto.

En Cataluña funcionan tres de los siete grupos nucleares que existen en España. Los tres están en Tarragona. Se trata de Ascó I (Endesa 100%), Ascó II (85% Endesa, 15% Iberdrola) y de Vandellòs II (72% Endesa y 285 Iberdrola). Los teóricos del independentismo las tienen bien estudiadas.

La Fundació Josep Irla, próxima a ERC, detalló en un estudio sobre la energía en Cataluña que esas centrales producen "aproximadamente  el 50% de la electricidad que consume” la comunidad. Cataluña se situaría por detrás de Francia, Lituania, Bélgica y Ucrania en cuanto a proporción nuclear. 

Según los autores del informe Irla, "Catalunya tiene una capacidad de generación eléctrica instalada de "más de 13 gigavatios", lo que "permite cubrir el actual pico de demanda de 12 gigavatios" en caso de que tuviera que operar "de manera aislada".

 Supervisión del CSN

En estos momentos, la supervisión de las instalaciones nucleares, así como la gestión de los residuos, corresponde al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El consejo CSN tiene la facultad de encomendar a las comunidades autónomas el ejercicio de funciones que le están atribuidas. Son las denominadas encomiendas. El CSN tiene nueve, incluida Cataluña (Principado de Asturias, Cataluña, Galicia, Islas Baleares, Islas Canarias, Murcia, Navarra, País Vasco y Valencia). La encomienda no supone transferencia ni delegación de competencias. 

¿Existe preocupación en el CSN por la cuestión nuclear y Cataluña? Oficialmente, no. "El consejo no se ocupa de cuestiones políticas, sino de seguridad", señalan fuentes del supervisor. Tampoco las empresas propietarias de Ascó y Vandellós admiten tener una preocupación por la situación catalana y sus nucleares más allá de lo normal en cualquier otra empresa. "No jugamos a la política" sostienen fuentes de Endesa "nuestros criterios son estrictamente empresariales". 

También lo son los que aplica y aplicó la multinacional Repsol para levantar en Tarragona la infraestructura petroquímica más grande de España y una de las de referencia en el sur de Europa. La infraestructura abarca 500 hectáreas de terreno y genera más de 1.500 puestos de trabajo. "Repsol ha trabajado siempre con normalidad y en contacto con diversas administraciones. No esperamos nada distinto en el futuro", señalan en la compañía. 

La petrolera foma parte, junto a Bayer, BASF, ERCROS, Cepsa, Bic, Dow Chemical Compan y otras 30 empresas del gran complejo petroquímico de Tarragona -1.200 hectáreas- que hacen de Cataluña un productor y exportador de primer orden de productos químicos. La mitad del negocio químico

La actividad química de las empresas productoras radicadas en Cataluña supone el 48% del total de España y el 50% de la actividad comercial del sector. Esto significa, señala la Federación Empresarial catalana del Sector Químico que la actividad química en la comunidad, expresada en términos de facturación, es superior a la de algunos Estados miembros de la Unión Europea, tales como: Austria, Dinamarca, Grecia, Finlandia, Luxemburgo, Portugal o Suecia. 

La industria petroquímica, una de las claves del aumento de las exportaciones españolas en los últimos años, tiene un problema. No tiene buena imagen. Por el contrario, a menudo genera problemas y protestas. El negocio del turismo es, aparentemente, más fácil de gestionar, aunque en los últimos meses, la saturación también ha provocado problemas en zonas sobreexplotadas ...como Barcelona.

La cuarta parte del turismo

El turismo es una gran baza para los defensores de la secesión. El informe del Instituto Elcano (2015) concluyó  que Cataluña es la comunidad autónoma que más contribuye a la presencia global de España en el exterior, con una contribución de casi el 22% a la presencia global española. Le siguen Madrid, Andalucía, la Comunidad Valenciana y el País Vasco.  

Por supuesto, Cataluña es la comunidad autónoma que recibe a más turistas, un 24% de la cifra total española. Sólo en agosto, dos millones y medio de extranjeros visitaron la zona, 12,5 millones desde enero, lo que supone una fuente continua de ingresos y de divisas. En medio año, ingresos de 8.187 millones, casi un 1% del PIB nacional. 

¿Cómo afectaría a los pilares económicos de Cataluña una quiebra traumática de la normalidad y la legalidad constitucional? ¿Y a España? Empresas y asociaciones son reacias, en general, a hacer vaticinios. Aunque en muchos centros de decisión empresarial, ya sea en catalán, ya sea en castellano, se conoce bien el refrán: "On vas diner? Allà on n'hi ha més" (A dónde vas, dinero? Adonde hay más). 

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