El grueso de la inversión responde a proyectos ya anunciados, aunque Rodríguez ha indicado que siempre están buscando oportunidades y que el grupo tiene "capacidad de seguir creciendo de forma rentable y prudente", sin disparar la deuda, que cerró 2016 en 1,1 veces ebitda y no prevén que supere dos veces ebitda en los próximos tres años gracias a la generación de caja de los nuevos proyectos.
El grupo cementero, que ha invertido 240 millones entre 2014 y 2016 principalmente para ampliar la planta mexicana de Apazapán y construir la de Yacuces en Bolivia, pretende situar la la rentabilidad (ROE) entre el 11% y el 12% a lo largo del plan 2017-2019 y mejorar el ebitda entre 1,5 y dos puntos.
(HABRÁ AMPLIACIÓN)
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