OHL cerraba el primer semestre del año con pérdidas de 32,1 millones de euros, desempeño que la bolsa castigaba ayer con una caída de sus acciones superior al 11%. Un traspiés puntual, en todo caso, que no desvía al grupo de la reestructuración financiera en marcha. La propia auditora se lo recuerda. No en vano, Deloitte advierte en su revisión de los estados financieros hasta junio que la capacidad de la sociedad para continuar con su actividad depende en gran medida de la ejecución de su plan de negocio y de las desinversiones comprometidas. Una hoja de ruta que, según la constructora, se está cumpliendo “con creces”.
Todo a resultas de los compromisos contraídos por la firma para certificar su financiación. "El Grupo formalizó el 30 de marzo de 2017 con un grupo de entidades una facilidad financiera sindicada multiproducto que permite asegurar la cobertura de las necesidades futuras derivadas de su plan de negocio y que incluye una línea de avales, confirming y crédito revolving, todo ello con vencimiento en dieciocho meses desde la fecha de formalización de la misma y vinculada su disponibilidad a un plan de negocio que incluye desinversiones que el Grupo deberá ejecutar en los próximos meses", expone la firma auditora.
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Un incumplimiento de ese plan de negocio pendiente que, de llevarse a efecto, subraya Deloitte, “daría lugar a una incertidumbre material que puede generar dudas sobre la capacidad del Grupo para continuar como empresa en funcionamiento”. Un párrafo de énfasis sobre las cuentas de la compañía que preside Juan Villar-Mir de Fuentes que la auditora ya incluyó al balance de 2016, entonces a la espera de que se formalizase el nuevo acuerdo de financiación para el grupo constructor.
OHL explica en su presentación de resultados cómo el 30 de marzo de 2017 suscribió esa financiación sindicada, por importe total de 747 millones de euros y con “garantía de las acciones de OHL Concesiones, S.A. y de OHL Desarrollos, S.L., así como el compromiso de ejecución de un plan de desinversiones de activos no estratégicos". En todo caso, destaca que que ese paquete financiero, unido a las medidas de reducción de deuda, "proporciona un fortalecimiento muy relevante del perfil de liquidez de la compañía"."En tiempo y forma"
Pese a la advertencia, fuentes oficiales de la compañía consultadas por este periódico dejaron claro que la constructora está cumpliendo "en tiempo y forma" con las exigencias de la banca. Al punto de que algunos procedimientos incluso se han acelerado. Según se consigna en el informe de resultados, durante el segundo trimestre de 2017, la empresa ha procedido a la venta del 51% y hasta el 80% de los activos más maduros del complejo de Mayakobá (Rosewood y Fairmont); el 75% de la Autovía de Aragón, y la venta del 17,5% de Canalejas.
En esta línea, también recuerda que siguen en marcha tanto el proceso de venta de su filial checa ZPSV, como la posible incorporación de socios minoritarios en concesiones de Chile, Perú y Colombia. Un movimiento que podría engordar en 132 millones las arcas de OHL, cuantías que se destinarán prioritariamente a la reducción de deuda. Durante la jornada con inversores celebrada el pasado mes de abril, la sociedad ya dejó claros los dos pilares sobre los que cimentar su futuro: recortar la deuda y reflotar el negocio constructor. Todo un desafío por delante.
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