Eulen gana casi un 80% menos en 2015, el último año del patriarca, y suspende por segunda vez el dividendo

EUROPA PRESS

Durante el pasado año, la compañía fundada y presidida por el patriarca de la familia Alvarez hasta su fallecimiento el pasado mes de noviembre a los 88 años de edad alcanzó una cifra de negocios de 606,11 millones de euros, un 1,14% menos que en 2014, cuando su facturación se situó en 606,11 millones de euros.

Las mismas fuentes precisan que se trata de las cuentas de la cabecera, por lo que no se incluyen los resultados en el exterior y de otras sociedades dependientes.

Tras la muerte del empresario, su hija María José Alvarez tomó las riendas de la compañía de servicios y su gestión sigue siendo cuestionada por los cinco hermanos 'rebeldes' -Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo-, que mantienen su propuesta de nombrar un consejero delegado en Eulen, aunque María José Alvarez siga como presidenta, así como la creación de un consejo de administración integrado por consejeros independientes, del que no formarían parte.

Para ello, además de la creación de un órgano de dirección de la compañía con consejeros independientes e incluso presidido por su hermana María José, la intención de los hijos 'rebeldes' de Alvarez es profesionalizar los órganos de gobierno y nombrar a un consejero delegado "joven, de unos 40 años, que empiece a hacer cosas diferentes", según han indicado las mismas fuentes.

La presidenta y administradora única de Eulen controla el 57,567% de la compañía a través de Daval Control, que constituyó junto a su padre antes de morir éste, mientras que otro 2,664% de las acciones se hallan en autocartera y sin derecho de voto y el resto, casi un 40%, está en manos de El Enebro.

No obstante, las mismas fuentes han indicado que una vez resuelta la herencia del fundador de Eulen, lo que podría ocurrir en un año, los cinco hijos 'rebeldes' podrían pasar a controlar el 51% la compañía de forma directa e indirecta y su hermana María José, el 49%, ya que los cambios podrían afectar a Daval Control.

Dicha sociedad pertenecía en un 93,14% a David Álvarez y el resto a su hija María José, a quien designó, salvadas las legítimas, heredera universal.

A finales de este mes, la compañía celebrará junta de accionistas, con carácter ordinario y extraordinario, en la que, además de la aprobación de las cuentas y la gestión, se modificará el artículo 2 de los Estatutos Sociales con el fin de dar una nueva redacción al objeto social de la compañía y se dará 'luz verde', con toda probabilidad, a la retribución de la administradora única, María José Alvarez, y al nombramiento de cuentas de auditores de cuentas individuales de la compañía.

BLINDAR VEGA SICILIA.

En paralelo, la junta de accionistas de El Enebro, controlada por los cinco hijos 'críticos' de Alvarez y propietaria de las bodegas Vega Sicilia, aprobará previsiblemente la modificación de sus estautos sociales con el objeto de incluir restricciones a la libre transmisión de las acciones, condicionada a la previa autorización de los accionistas.

De esta forma, El Enebro se blinda ante la posibilidad de una eventual entrada de nuevos socios, principalmente en Vega Sicilia, uno de sus activos más importantes, centrada en su crecimiento internacional y con la mirada puesta en futuras adquisiciones no solo en España, en denominaciones de origen como la de Jerez o Albariño, sino también en Francia e Italia.

La junta de accionistas, que se celebrará el próximo 29 de junio en primera convocatoria o al día siguiente, en segunda, abordará además una reducción de capital social mediante la amortización total de las acciones propias (autocartera), así como las cuentas anuales de 2015 y la gestión del órgano de administración.

Dicha junta se produce después de que los hijos 'rebeldes' de Alvarez decidieran suprimir el consejo de El Enebro, sustituyéndolo por un administrador único, la sociedad Mezqual Limited, constituida en Londres, y de cuya gestión está apartada su hermana María José.

Precisamente, las discrepancias con los cinco hijos 'rebeldes' sobre la gestión de Eulen y Vega Sicilia ha sido uno de las causas de la guerra interna en la que ha estado inmersa la familia durante los últimos años, con una batalla judicial que se inició en 2010 y que parece no haber finalizado tras la muerte del empresario.

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