El FMI admite que el Popular era una "fuente de incertidumbre" para la banca

Las vulnerabilidades del Popular amenazaban con erosionar la percepción sobre el conjunto del sector financiero. O, al menos, eso deja entrever el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, tras tomar el pulso recientemente a la industria, revela ahora que su rápida resolución “ha eliminado una fuente de incertidumbre en el sistema bancario”, donde valora que prosigan los esfuerzos de consolidación.

Resuelta la crisis de la entidad, el organismo liderado por Christine Lagarde pone el foco en la pesada losa inmobiliaria, la escasa rentabilidad y el bajo nivel de capital del sector en el examen integral que efectúa a la banca de los distintos países cada cinco años y al que acaba de someter a la industria española. Tras las reuniones que mantuvo su equipo con bancos, expertos, patronales y reguladores, demanda “un enfoque más proactivo a la hora de lidiar con los legados de la crisis” como la fórmula para “preparar” al sector “para los nuevos retos”.

Su fórmula es acelerar la venta de activos improductivos -inmuebles y carteras de financiación dudosa-. En esta misión aconseja, incluso, al Banco de España y BCE utilizar sus acciones de supervisión para “impulsar un mayor avance” en la tarea de retasación de los activos inmobiliarios, a fin de que los desagüen con agilidad, y recomienda surtir su caja de herramientas con nuevos útiles que desincentiven asumir una exposición excesiva al ladrillo.Límites a la ratio préstamo-valor

“Dada la tradicional importancia de la exposición al sector inmobiliario en los balances bancarios, ampliar las herramientas macroprudenciales para incluir en su caso límites a la ratio préstamo-valor de garantías y a la ratio de cobertura del servicio de la deuda reforzaría la capacidad del Banco de España a la hora de afrontar una futura acumulación de riesgos en la exposición al sector inmobiliario”, asegura el FMI en las primeras conclusiones de la auditoría efectuada al sector y cuyo informe completo se espera para el otoño. La ortodoxia bancaria desaconseja otorgar préstamos que excedan el 80% del valor de tasación de un inmueble, pero en la práctica se excede el umbral y en pleno boom inmobiliario era frecuente que las entidades concediesen dinero, incluso, adicional al 100% del valor de la vivienda para que el cliente la amueblase o acometiese su reforma.

Fruto del examen a pie de campo, el FMI ve margen para una mayor consolidación y “la realización de ulteriores esfuerzos que fortalezcan estructuralmente la rentabilidad de los bancos”, la gran asignatura pendiente asumida por el propio sector. Entrando en el diagnóstico individual, el organismo internacional observa fragilidades en algunas entidades. “Algunos bancos necesitan además elevar aún más su capital regulatorio o sus reservas de capital” para compensar los recursos que dejarán de computar por aplicación de la norma Basilea III -entre ellos figuran, con el mayor peso, los activos fiscales diferidos-.

El organismo demanda una reforma “integral” en el sector de las cooperativas de crédito, “destinada en particular a fortalecer el gobierno corporativo y a mejorar las posibilidades de resolución”, objetivos que busca precisamente abordar la reforma de su normativa abordada por el Gobierno.

En el informe aconseja también adoptar nuevos esquemas para medir los riesgos -pide conformar un consejo del riesgo sistémico interinstitucional- así como revisar el sistema de resolución de bancos “que separa las responsabilidades preventivas y ejecutivas” en materia de resolución de entidades.

Su análisis entra de lleno en la situación económica, donde considera prioritario “la reducción del desempleo estructural y el fomento de la productividad”. “De no continuar realizándose avances decididos en materia de reformas estructurales y reconstitución de las reservas fiscales, la economía seguiría siendo vulnerable a turbulencias, con el riesgo de dejar atrás a algunos segmentos de la población”, alerta.