El FMI avisa a España de que la edad de jubilación deberá subir de los 67 años

  • El organismo aboga por alargar la vida laboral y por vincular de forma automática la edad de retiro a la esperanza de vida.

    Respalda limitar la revalorización de las pensiones al 0,25%, pero advierte de que el país tendrá que realizar más reformas e incentivar el ahorro privado si quiere un sistema sostenible.

Báñez tranquiliza a los jubilados porque sus pensiones se pagarán con más empleo
Báñez tranquiliza a los jubilados porque sus pensiones se pagarán con más empleo

El envejecimiento de la población es algo inevitable que pondrá a prueba la capacidad de la pensiones públicas en el futuro. Lo puso de manifiesto ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que después de elogiar las reformas acometidas entre 2011 y 2013 para garantizar su viabilidad, abogó por incentivar una vida laboral más larga, fomentar el ahorro complementario y no esperar una década para retrasar la edad de jubilación a los 67 años como recetas para hacer sostenible el sistema público de pensiones.

“A lo mejor hay que replantearse esa edad de jubilación, ¿con qué frecuencia se quiere revisar? Posiblemente la idea sea esperar a 2027, pero como se trata de una decisión política difícil, la manera de evitarla es vincularla con la esperanza de vida”, sugirió Andrea Schaechter, economista jefe de la misión desplegada por el FMI en España para tomar el pulso a la economía y la banca en la radiografía que efectúa cada cinco años, como a otros muchos países.

La nueva responsable de la misión española del FMI hace referencia al modelo de fijación de la edad de jubilación que ya se ha adoptado en Italia, Dinamarca, Grecia y Países Bajos y que contempla la revisión permanente de la edad de jubilación en función de la esperanza de vida del país.

En España se estableció un mecanismo progresivo en virtud del cual la edad de jubilación crecerá a razón de un mes por ejercicio en el periodo 2013-2018 y dos meses por año hasta 2027, cuando se alcanzará el techo de los 67 años. El mismo que ha fijado Alemania, que alcanzará dicho umbral en 2029; y en Dinamarca o Francia, que lo anticiparán a 2022 y 2023. Otros como Holanda han decidido ir más allá y fijarán la jubilación en 68 años.

Lo que el FMI ha recomendado a España es no vincular una decisión tan espinosa al momento político que pueda haber en 2017 y abordarla con el establecimiento de un mecanismo que, de forma automática, amplíe el horizonte del retiro a medida que va mejorando la esperanza de vida, como existe “en otros países”.

La clave de bóveda que debe presidir cualquier decisión en materia de pensiones públicas, a juicio del FMI, es buscar el equilibrio entre ingresos y gastos, y no sucumbir a la tentación de revertir las reformas que aseguran la estabilidad del sistema y la revalorización nominal para todos los jubilados. “Resulta esencial que la reformas se apliquen en su totalidad y tendrían que evitarse los ajustes puntuales, como por ejemplo en el índice de revalorización de las pensiones”, sostiene el organismo dirigido por Christine Lagarde.

La economista jefe del FMI defendió que se mantenga la revalorización del 0,25% mientras exista déficit de la Seguridad Social, pero advirtió de que esta situación va para largo. La Autoridad Fiscal auguró que se mantendrá, al menos, hasta 2022 salvo que se altere dicha norma, algo que quieren remover muchos grupos políticos.

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“Si se aumenta la revaloración habrá que contrarrestarlo con medidas por otro lado”, argumentó la economista jefe. La prestación media pública cubre en alrededor del 80% el último salario. Dicha tasa irá menguando por aplicación de las medidas contenidas en la reforma, pero Andrea Schaechter subrayó que dentro de 30 años aún será una cobertura generosa en comparación con la media de la Unión Europea, y que si se quiere ampliar “habrá que pensar en otras medidas compensatorias” como el citado retraso de la edad de retiro o ampliar la vida laboral.Hacia un sistema sostenible

Si se quiere una “transición continuada y suave hacia un sistema de pensiones financieramente sostenible y socialmente aceptable, la carga del ajuste debería repartirse entre las generaciones y dentro de las mismas”, argumentó el organismo en el documento resumen del informe sobre España y la banca que divulgará en septiembre.

Entre las palancas a pulsar apuntan a la oportunidad de fomentar el ahorro a largo plazo complementario, con medidas como reducir los costes administrativos de estas inversiones y dar máxima transparencia a la situación para que el trabajador sepa con qué hucha pública cuenta para su retiro y pueda construir otra complementaria.

La economista jefe del FMI reconoció la fulgurante marcha de la economía desde la última misión del organismo en 2011-2016. “España ha salido a flote de la crisis de 2012 (...) España ha cogido el toro por los cuernos en cuanto a reformas”, subrayó junto al responsable del programa de Evaluación del Sistema Financiero, Udaibir Das.

Ambos reconocieron que el país atraviesa una etapa de expansión económica y crecimiento de empleo “impresionantes” que ha convencido al FMI a elevar su previsión de crecimiento para el PIB desde el 2,6 al 3,1% para este año y con la posibilidad de que lo supere, incluso, gracias al impulso generado por las reformas. Pero alertó de la existencia todavía de retos y riesgos.

El primero es alcanzar el equilibrio presupuestario estructural donde abogó por requerir “la aplicación de la regla de gasto en todos los niveles de la administración”, para contener el gasto. En el lado de los ingresos su consejo es aumentar el censo de bienes que se gravan al tipo general del IVA y acercar otros impuestos y tasas ambientales a los niveles de otros países de la Unión Europea.

Andrea Schaechter ve compatible la idea del Gobierno de reducir el IVA a colectivos vulnerables para mejorar su poder adquisitivo con esta regla general de mayor tributación, si los ingresos que se pierden por ahí se compensan por otras vías.

En materia empresarial fijó la ganancia de productividad como el reto prioritario y admitió que la posibilidad de volver a mejorar los salarios, cuando haya esa ganancia de competitividad y productividad. 

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