Grandes clientes se movilizan y piden a los bancos sacar su dinero de Cataluña

  • Son operaciones puntuales, aunque indicativas de que la inquietud está a pie de calle. Desde 2013, el saldo de depósitos cae allí un 10% frente al 0,9% en toda España.

    La banca no ha previsto formular un pronunciamiento como el de 2015, al mantener vigente su llamada de entonces al diálogo en garantía de los depositantes y la concesión del crédito. 

El Banco de España eleva la previsión de crecimiento hasta el 3,1%
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La escalada de tensión por el pulso secesionista vuelve a inquietar al ahorrador. Clientes con voluminosos fondos han comenzado a acudir a las sucursales de entidades financieras radicadas en Cataluña para movilizar altas cuantías de dinero a oficinas ubicadas en otra comunidad autónoma como ocurrió a mediados de 2016 cuando se disparó el sentimiento independentista a raíz de las imposiciones de la CUP al Govern.

Se trata de transacciones muy puntuales e insignificantes en el conjunto de los depósitos, que en la mayoría de los casos no afectan al balance al ser transferencias dentro de una misma entidad, aunque indicativas de que la preocupación está en la calle y va a más, detallan varias fuentes financieras. “La gente es miedosa con el ahorro, como no podría ser de otra manera, y sí, ha aumentado el flujo de personas que entran en la oficina a preguntar”, reconocen en una entidad.

El personal está fajado en transmitir tranquilidad explicando la existencia del Fondo de Garantía para proteger los ahorros ya que recibieron instrucciones concretas en todas o la mayoría de entidades con sucursales allí cuando la inquietud por el pulso secesionista comenzó a llegar a las ventanillas hace dos años.

Según las estadísticas del Banco de España, los depósitos han retrocedido trimestre a trimestre a mayor ritmo en Cataluña que en el conjunto del país. Desde el cierre de 2013, cuando se anunció el referéndum del 9-N, hasta el pasado marzo, el saldo en Cataluña ha caído el 10,14%, hasta 180.609 millones, frente a una retrocesión del 0,91% en toda España -a escala nacional los depósitos alcanzan los 1,18 billones-.

Es difícil discriminar qué es efecto de la incertidumbre puesto que en la marcha de la partida influyen las estrategias comerciales de los bancos y operaciones mayoristas, pero la tendencia es de mayor reducción allí y sin que se haya recogido todavía las actuales transferencias en las estadísticas públicas dado que las últimas cifras datan de hace seis meses.No preocupa en foros internacionales

En el sector financiero no aprecian que se aborten operaciones en marcha de inversión si bien el riesgo de afectación podría ser cuestión de tiempo si la situación se desborda y el Gobierno no interviene de manera expeditiva, señalan. Más difícil, reconocen, es evaluar si hay demanda que se aborta antes de ser cursada por empresas que prefieren esperar a que se despeje el horizonte para acometer sus proyectos de inversión.   

El temor se circunscribe, en todo caso, a la calle. Ha dejado de ser un tema a tratar para organismos y autoridades internacionales y a, juzgar por las cotizaciones, pasa de puntillas aún entre las preocupaciones de inversores, aunque algo podría estar cambiando.

Goldman Sachs sacó la semana pasada a Caixabank de la lista de bancos preferidos tras su rally bursátil y ante la tensión creciente que espera en Cataluña, donde ubica el 26% de las sucursales, al estar el banco de inversión convencido de que habrá referéndum y lo ganarán los independentistas.

Distintas fuentes consultadas en el sector financiero aseguran que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no trasladó inquietud particular por la situación catalana cuando estuvo a principios de año en España tomando el pulso al sector para efectuar su informe sobre la banca ni resulta un riesgo que preocupe al Banco Central Europeo (BCE). “Ni siquiera es tema de diálogo de pasillo como ocurrió hace unos años”, refieren fuentes consultadas.

La ruptura pasaría de inmediato a la agenda por las múltiples implicaciones para la banca con operativa allí. Al salir de la zona euro, ningún banco, sea español o extranjero, podría utilizar los activos invertidos u otorgados en la región -el crédito- como colateral para pedir dinero al BCE, dado que Cataluña saldría del euro y dichos activos pasarían a estar redenominados en otra moneda. Caixabank y Sabadell tendrían que decidir si continuar asociados al Fondo de Garantía, algo para lo que bastaría mover en unas horas su razón social fuera, o engancharse y construir el vehículo gemelo catalán.

Se trata de un escenario, sin embargo, al que parecen darle escasas o nulas opciones. Las fuentes consultadas no esperan, por ejemplo, un pronunciamiento similar a la declaración institucional emitida en conjunto por AEB y CECA en 2015 donde alertaron de que “se pondría en grave riesgo el objetivo de las entidades, que no es otro que proteger a sus depositantes y mantener el flujo de financiación a familias”. No precisan reeditarlo porque su visión y el contenido del mensaje, indican varias fuentes financieras, está plenamente vigente dos años después.

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