HRW denuncia que Guinea Ecuatorial ha despilfarrado su riqueza petrolera sin invertir en salud y educación

  • En su informe, señala que parte de las inversiones en grandes infraestructuras han acabado en los bolsillos de altos cargos
EUROPA PRESS

El petróleo que se descubrió en Guinea Ecuatorial en 1991 no ha sido "el maná caído del cielo" augurado por su presidente, Teodoro Obiang Nguema, para los ciudadanos de a pie que han visto cómo la inversión en salud y educación ha sido ínfima en comparación con la destinada a grandes infraestructuras de utilidad dudosa y al dinero que ha acabado en los bolsillos de su clase dirigente.

Así se desprende del informe publicado este jueves por Human Rights Watch (HRW), "'¿Maná del cielo?': Cómo la salud y la educación pagan el costo de la autocontratación en Guinea Ecuatorial", en el que la organización ha recopilado datos y testimonios sobre la situación del país y advierte de que el Gobierno de la antigua colonia aún está a tiempo de cambiar su política, si bien sus reservas de petróleo podrían agotarse para 2035.

Según HRW, el Gobierno de Obiang, el mandatario que más lleva en el cargo en todo el mundo --desde 1979--, ha malgastado la oportunidad de invertir la riqueza que supuso el descubrimiento de petróleo en el país en mejorar las vidas de los ciudadanos de a pie. La renta per cápita en el país pasó de 330 dólares antes del petróleo a 24.304 dólares en 2012, su momento álgido. Desde entonces, su PIB se ha contraído un 29 por ciento, según el FMI.

Sin embargo, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 2011 --el último año disponible--, el Gobierno solo invirtió el 3 por ciento de su presupuesto en educación y menos del 2 por ciento en salud, mientras que los proyectos de infraestructura a gran escala acapararon el 82 por ciento del presupuesto.

Esta inversión en infraestructuras, ha reconocido HRW, ha mejorado entre otras cosas la infraestructura de transporte en el país, con 2.000 kilómetros de carreteras, cinco aeropuertos y ocho puertos, así como varios hospitales modernos y campus universitarios.

BENEFICIOS PARA ALTOS CARGOS

Sin embargo, de acuerdo con las pruebas aportadas por las investigaciones sobre blanqueo de dinero realizadas por varios países, también han servido para que altos cargos, entre los que destaca el hijo de Obiang y vicepresidente del país, Teodorín, obtuvieran enormes beneficios gracias a contratos públicos concedidos a empresas de su propiedad o de las que eran accionistas --en ocasiones junto a empresas extranjeras--, "en un proceso opaco y sin competencia", según HRW.

La organización ha recordado que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Teodorín Obiang de haber amasado 300 millones de dólares aprovechando su cargo como ministro de Agricultura, pero este llegó a un acuerdo para pagar una multa de 30 millones de dólares.

En Francia, el hijo del presidente está a la espera de juicio por el presunto desvío de 110 millones de euros de las arcas públicas entre 2004 y 2011 a su cuenta, lo que le permitió hacer compras --una mansión, vehículos de lujo y otros-- por valor de 175 millones de euros.

GASTO EN EDUCACIÓN Y SALUD

Frente a estas cifras, el Gobierno solo gastó 140 millones de dólares en educación y 92 millones de dólares en sanidad en 2011. La consecuencia de esta baja inversión ha sido el que los indicadores de progresos en materia de salud y educación hechos por el país en las últimas décadas estén por detrás de otros países de la región e incluso haya habido retrocesos en algunos ámbitos.

Actualmente, Guinea Ecuatorial ocupa el puesto 138 entre 188 países en el Índice de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), situándose en una posición similar a Ghana y Zambia pese a contar con un ingreso per cápita que es más de cinco veces mayor.

Además, según recoge el informe, más de la mitad de la población no tiene acceso a agua potable segura cerca de su lugar de residencia, un porcentaje que no se ha modificado desde 1995. Por otra parte, las tasas de vacunación infantil se han reducido desde finales de los años 1990 y están entre las peores del mundo. Así, la tasa de vacunación contra la tuberculosis era del 99 por ciento 1997; 64 por ciento en 2014; y del 35 por ciento en 2015.

Con los fondos limitados que se asignan a sanidad, explica el informe, el Gobierno ha realizado una importante inversión en La Paz, los dos modernos hospitales de Malabo y Bata, cuyo personal está integrado mayormente por profesionales extranjeros. Ambos hospitales, según HRW, "cuentan con buen equipamiento y cobran tarifas muy superiores a las que podrían afrontar los ciudadanos comunes de Guinea Ecuatorial".

En materia de educación, se ha constatado la precariedad de las instalaciones educativas y la baja calidad de los servicios, así como en los resultados. En 2012, el 42 por ciento de los niños en edad de escolaridad primaria --46.000 niños-- no asistían a la escuela, lo que constituye la séptima peor tasa de escolarización mundial.

Aunque por ley la educación primaria debería ser gratuita, HRW ha constatado que las escuelas primarias públicas cobran al menos algunas cuotas de inscripción. Por otra parte, el Gobierno ha centrado sus escasas inversiones en el sistema educativo al nivel universitario. Así, HRW ha citado un informe del Gobierno de 2016 que indica a que el 64 por ciento del presupuesto se destinó a educación superior pese a que este nivel solo supone el 2 por ciento de los estudiantes.

"LOS CIUDADANOS HAN PAGADO EL PRECIO"

"Los ciudadanos ordinarios han pagado el precio de la corrupción de la elite gobernante", ha lamentado Sarah Saadoun, investigadora sobre negocios y Derechos Humanos de HRW y autora del informe. "Ahora que la economía ha resultado doblemente golpeada por la caída de los precios del petróleo y la producción petrolera, es más crítico que nunca que el Gobierno invierta fondos públicos en servicios sociales en lugar de dudosos proyectos de infraestructuras", ha defendido.

"Puede que no sea demasiado tarde para hacer un buen uso de la riqueza petrolera de Guinea Ecuatorial, pero la ventana se está cerrando rápido", ha subrayado Saadoun.

El informe de HRW pone especialmente el acento en el hecho de que Obiang haya decidido construir una nueva capital, Oyala, en el medio de la jungla a la que, según un informe del FMI de 2015, se destinó solo ese año 8.000 millones de dólares. Un informe del FMI al que ha tenido acceso HRW y que aún no ha sido publicado apunta a que en 2016 la nueva capital consumió la mitad de toda la inversión pública.

En declaraciones a Europa Press, Saadoun ha explicado que la realidad con la que se encontró en su visita al país superó lo que esperaba. "Ver cuánto dinero se está destinando a infraestructura que no tiene ningún beneficio aparente para la mayoría de los ecuatoguineanos, mientras que los barrios residenciales medios en la capital tienen las calles sin asfaltar, no tienen agua potable en las casas, las escuelas están ruinosas..."

PAPEL DE ESPAÑA

Por otra parte, ha considerado que España "tiene un papel especial que desempeñar en Guinea Ecuatorial, no solo porque sea la antigua potencia colonia, sino porque hay empresas españolas activas en el país, incluido en el sector sanitario".

"España debería asegurarse de que las empresas españolas no contribuyen a la corrupción", ha subrayado, reclamando también que debería mantenerse "vigilante respecto al lavado de dinero dentro de su jurisdicción". "Es alentador que haya una causa abierta por lavado de dinero contra algunos funcionarios ecuatoguineanos, incluido el presidente, en los tribunales españoles", ha agregado la investigadora de HRW.

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