La silla de Narbona en el CSN, pendiente del cara a cara entre Sánchez y Rajoy

Jorge Fabra (Madrid, 1949) tiene posibilidades para ocupar, antes del próximo otoño, la silla de la socialista Cristina Narbona en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), controlado por el PP. El PSOE ha propuesto que el economista, en situación de jubilación activa, cubra el año y medio de mandato que le quedaba como consejera a la recién nombrada presidenta del PSOE.

Pero la propuesta de nombramiento, del que el ministro de Energía y Turismo, Álvaro Nadal, ha tomado nota, depende de cómo transcurra el encuentro entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y Mariano Rajoy. Según fuentes socialistas el encuentro se producirá el jueves en La Moncloa.El recado de Nadal

Fuentes al tanto de los contactos entre el PSOE y el Gobierno aseguran que el ministro Nadal hizo saber a los socialistas que el nombramiento de Fabra debía ser puesto en conocimiento del presidente del Gobierno. Un elemento más para un posible paquete de temas a negociar entre el nuevo secretario general socialista y un presidente del Gobierno en minoría en el Congreso.

Fabra cuenta, en principio, con el apoyo no sólo del PSOE, sino también de Podemos para pasar el examen de Congreso. Su nombramiento precisa del voto favorable de tres quintos de la Comisión de Energía, Turismo y Agenda Digital. La primera votación podría tener lugar este mes de julio. Si Fabra no lograra apoyos suficientes, la votación debería repetirse transcurrido al menos un mes. Si tampoco lo lograra, el Gobierno tendría la posibilidad de recurrir a la vía del decreto para cubrir el hueco de Narbona. Ya lo hizo en octubre de 2015 con el nombramiento de Javier Dies.

Aunque la posibilidad de que el Gobierno decida apostar fuerte y actuar de forma unilateral no se puede descartar por completo, como sostiene el diputado Juan López de Uralde (Equo-Podemos), las fuentes consultadas apuestan por la salida más sencilla: cubrir la plaza de Narbona con Fabra hasta el fin del mandato previsto. "Somos favorables a que alguien culmine el plazo (de Narbona), con alguien no vinculado a la industria nuclear". ¿Fabra? "La idea es intentar sumar" plantea el diputado.Petición de cese

A favor de que el PP acepte que el CSN albergue una voz, en principio crítica con las posturas de la mayoría del CSN, juega la historia parlamentaria más reciente. En la Ponencia encargada de las relaciones con el Consejo de Seguridad Nuclear, la mayoría ha apoyado la petición de cese del actual presidente del CSN, Fernando Martí; el cierre de la central nuclear de Garoña y la revisión del emplazamiento del almacén temporal centralizado (ATC) de Villar de Cañas.

Concretamente, PSOE y Unidos Podemos, se unieron en una resolución transaccional, dentro de la ponencia de la Comisión de Energía encargada de las relaciones con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), para pedir a este organismo un informe sobre la idoneidad de ubicación de este almacén. 

Con la propuesta en el aire, la posición de Ciudadanos puede ser clave. La formación que dirige Albert Rivera ha expresado su rechazo a entrar en el juego de reparto de sillas en el CSN. Ciudadanos defiende la "despolitización" de los reguladores y defendido en varias ocasiones que su apuesta es que ocupen estas plazas profesionales técnicos.El reparto de sillones

Por esa razón, el PSOE teme que el Gobierno negocie con Ciudadanos el nombramiento para el CSN de algún experto, con aura de independencia política, que acabe definitivamente con el reparto de sillones que en su día pactaron los grandes partidos y que tuvo en Cristina Narbona (PSOE) y el presidente del Consejo, Fernando Martí (PP), el mejor reflejo: se incorporaron juntos al organismo.

Para el propuesto Fabra, expresidente de Red Eléctrica de España (REE) de 1988 a 1997 y exconsejero de la antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE) entre 2005 y 2011, la oferta llega en un momento tardío. Jubilado, pero en activo, su situación le permite compatibilizar pensión e ingresos complementarios. Si fuera elegido consejero del CSN para un año y medio, la pensión quedaría en suspenso durante ese tiempo. Sí podría mantener su cargo de presidente de Economistas Frente a la Crisis (EFC), una asociación sin ánimo de lucro a la que también pertenecía Cristina Narbona.