El Gobierno retrasa el relevo en el CSN pendiente del nuevo cementerio nuclear

Tampoco será este viernes. Dos meses y media docena de consejos de ministros después, la silla que ocupó en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) la actual presidenta del PSOE, Cristina Narbona, continúa vacante. El PSOE ha propuesto como sustituto al economista Jorge Fabra que, en principio, cuenta con respaldo político suficiente como para pasar el trámite del Congreso. Pero el Gobierno no mueve ficha, lo que dispara las especulaciones sobre los planes del Ejecutivo y del ministro de Energía, Álvaro Nadal, en un organismo que controla por completo. 

El nombramiento de Fabra para cubrir el año y medio de mandato que dejó vacante Narbona fue uno de los temas que trataron en julio el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el entonces recién elegido secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Hubo conversación, pero el Gobierno, que debe proponer formalmente el candidato al CSN ante la Comisión de Energía del Congreso, no ha dado el paso. En el Ministerio de Energía no hay constancia de que el asunto se vaya a tratar en fechas próximas. 

El hecho de que el nombramiento de Fabra -garantía de voz crítica en el CSN- parezca congelado ha disparado la inquietud. Fuentes internas del CSN creen que el retraso puede obedecer dos circunstancias: la decisión del Ministerio de Energía de cerrar Garoña, que ocupó buena parte de julio y agosto, y las presiones, que atribuyen al PP, para sustituir a Narbona por alguien menos crítico que Fabra, probablemente uno de los técnicos del propio CSN. Una construcción polémica

Pero hay interpretaciones que van más allá. En el propio entorno socialista y en las organizaciones ecologistas se relaciona la ausencia de prisa en cubrir la vacante de Narbona con la polémica construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca), una de las cuestiones más candentes de la actividad nuclear en España después del cierre de Garoña. 

De acuerdo con esa interpretación, el retraso obedece a que el Gobierno estudia acelerar los trámites para construir el almacén de residuos centralizado sin facilitar altavoz crítico alguno a quienes se oponen al proyecto. 

El ATC de Villar de Cañas, paralizado en 2015 por decisión de la Junta de Castilla La Mancha –anulada luego por el Supremo- recibió impulso administrativo a principios de año. Entonces, la empresa pública de residuos, Enresa, envió al Ministerio de Medio Ambiente el expediente necesario para tramitar la declaración de impacto ambiental. Pero todo está pendiente. 

Francisco Castejón, miembro de Ecologistas en Acción y portavoz en la organización en cuestiones nucleares cree que el retraso en el nombramiento de sustituto de Narbona es "una muestra más de la crisis y de la necesidad de reforma que se da en el Consejo de Seguridad Nuclear, sometido a presiones del Gobierno y donde prevalecen los criterios de autoridad sobre los criterios técnicos". Examen en el Congreso

Fabra, presidente de Economistas Frente a la Crisis y exconsejero de la antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE), cuenta con el apoyo no sólo del PSOE, sino también de Podemos para pasar el examen de Congreso. Su nombramiento precisa del voto favorable de tres quintos de la Comisión de Energía, Turismo y Agenda Digital. 

A favor de que el PP acepte que el CSN albergue otra voz crítica con las posturas de la mayoría del consejo, juega la historia parlamentaria más reciente. En la Ponencia encargada de las relaciones con el Consejo de Seguridad Nuclear, la mayoría apoyó la petición de cese del actual presidente del CSN, Fernando Martí; el cierre de la central nuclear de Garoña y la revisión del emplazamiento del almacén temporal centralizado (ATC) de Villar de Cañas. 

Concretamente, PSOE y Unidos Podemos, se unieron en una resolución transaccional, dentro de la ponencia de la Comisión de Energía encargada de las relaciones con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), para pedir a este organismo un informe sobre la idoneidad de ubicación de este almacén.