En este informe, aprobado el pasado mes de julio de 2015, se destaca que el organismo ha reflejado fielmente, en sus aspectos más significativos, su situación financiera y patrimonial, aunque presenta algunas salvedades.
Así, el Tribunal de Cuentas apunta que no se ha registrado en el balance la valoración inicial del derecho de uso sobre el palacio de Villahermosa, sede de la colección permanente, que asciende a cerca de 17 millones de euros, y tampoco se activaron los costes derivados de las grandes restauraciones de las obras de arte, por un importe superior a los 100.000 euros.
También se han producido otras incorrecciones, según señala el informe, en lo que se refiere a los apuntes contables referidos al fondo bibliográfico, a las existencias de la tienda-librería y a los ingresos de promociones, patrocinadores y colaboraciones.
Por otra parte, respecto al análisis sobre el sometimiento a la legalidad, la fiscalización señala que, en general, el resultado de la fiscalización es positivo, si bien recoge algunas irregularidades relativas al pago de determinados complementos salariales, abonados durante el ejercicio 2013.
Esta situación también se extiende a préstamos de obras de arte a otros museos e instituciones; la ausencia de la remisión --que es obligatoria-- de la información sobre determinados contratos al Tribunal de Cuentas; así como, determinadas disfunciones en lo que se refiere a los órganos competentes para la emisión de circulares, aprobación de tarifas del museo y regulación de diferentes procedimientos internos.
Por otra parte, los resultados de la fiscalización sobre la verificación del grado de funcionamiento efectivo de los sistemas de control interno y procedimientos de gestión de la Fundación han puesto de manifiesto que en el ejercicio fiscalizado dichos sistemas de gestión no eran lo suficientemente adecuados para contribuir al cumplimiento adecuado de los objetivos y funciones de la Fundación.
PUNTOS DÉBILES
El informe, además, va desgranando diferentes puntos débiles y elementos de riesgo que se han detectado en estas áreas, siendo los más relevantes la carencia de una normativa interna que regule los procesos de elaboración, actualización y aprobación de la propia normativa, así como la presencia de deficiencias en el reglamento interno de contratación y en la normativa interna que regula el procedimiento para la contratación de personal temporal, a pesar de que este tipo de contrataciones es muy habitual en la Fundación.
El Tribunal de Cuentas también considera insuficiente el procedimiento de gestión de la venta de entradas y la normativa específica del servicio de taquillas, así como en la tienda del museo y, en particular, en el servicio de tienda-librería. Del mismo modo, "falta de regulación de los procedimientos ligados a los préstamos temporales de obras de arte", apunta el informe.
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