UGT teme presión a la plantilla del Popular para que coloquen los bonos

  • Una mayoría de empleados eran accionistas del banco y acudieron a la ampliación de 2016. Será el primer colectivo al que dirija los valores para compensarles por los quebrantos.

    La red está instruída para volcarse en su oferta durante los próximos tres meses. La suscripción exige renunciar a cualquier tipo de acción legal.

Sucursal del Banco Popular en Madrid.
Sucursal del Banco Popular en Madrid.
E. C.

El sindicato UGT teme presión sobre la plantilla del Popular para colocar al máximo ritmo y con el éxito mayor posible los bonos de compensación diseñados para los accionistas minoristas que vieron reducido a cero su inversión con la resolución. La iniciativa del Santander busca resarcir por hasta 981 millones de euros a miles de accionistas y bonistas que acudieron a la ampliación de capital del Popular en 2016 y aún continúen siendo clientes del grupo.

La central sindical ha mostrado preocupación porque se fuerce la maquinaria para que la suscripción resulte completa, con los trabajadores en medio del proceso. Por un lado, teme que sean víctimas de presión comercial para persuadir a los clientes de las bondades del producto y en un segundo término para que los propios empleados lo suscriban, dado que una parte mayoritaria de los trabajadores acudieron a la operación con la que el Popular buscaba sanear el balance y pasar página, sin éxito, del ladrillo.

El Santander ha lanzado la oferta de los bonos y estará abierta hasta el 7 de diciembre. Son títulos de deuda gratuitos, aunque la aceptación obligará al beneficiario a renunciar de interponer acciones legales o retirar cualquier reclamación ya iniciada sobre alguna de las empresas del grupo. Con la intención de tener un puntual conocimiento sobre el grado de éxito el grupo ha trasladado a directores de sucursales y gestores comerciales la necesidad de realizar cómputos sobre el avance en reportes diarios.Seguimiento diario de la suscripción

“No es momento de hacer falsos méritos para contentar a los futuros jefes a costa de la salud de los empleados. Es momento de ser empático con la plantilla, por lo que tomaremos las acciones oportunas si detectamos que se está incumpliendo la normativa legal”, advierte la sección sindical de UGT en el Popular en un comunicado abierto a la plantilla, donde se reserva hacer una valoración sobre la complejidad del producto y defiende que aceptarlo o no debe ser competencia individual de cada empleado.

Los títulos son obligaciones perpetuas contingentemente amortizables que computarán para el colchón ‘anticrisis’ del grupo -MREL y TLAC-, lo que implica que la entidad o el Banco Central Europeo (BCE) podrían suprimir su remuneración o ser amortizados en caso de dificultades graves de la entidad.

Los valores se emiten al descuento, con un valor nominal unitario de 100 euros, y una remuneración anual del 1%, que permitirá recuperar todo el dinero perdido a la mayoría si mantienen los títulos de deuda durante siete años. Aquellos con posiciones a partir de 500.000 euros recuperán hasta el 75%. Sin embargo, se negociarán en el mercado AIAF para facilitar a sus tenedores que los hagan líquidos ordenando la venta al precio al que se negocien. Con esta fórmula el Santander busca recobrar el favor de clientes enfurecidos por la pérdida de su dinero, enfriar una avalancha de acciones judiciales de pequeños ahorradores y fidelizarlos largo tiempo.

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