¿Cómo afectaría que la multa de la UE retirase fondos estructurales a España?

El 27 de julio es la fecha marcada en el calendario de Luis de Guindos. Ese día se conocerá la cuantía de la multa impuesta por Bruselas como castigo derivado del incumplimiento de déficit. Tras meses de declaraciones cruzadas por fin se terminarán las dudas sobre la susodicha multa.

Tras conocerse que el Ecofin avalaba la sanción, el discurso de el ministro de Economía en funciones continuó aseverando que la sanción sería cero. Pero su visión no coincide con la de Bruselas, que muestra más inclinación hacia una multa, pero simbólica. Lo que parece seguro es que la multa no será el máximo fijado, los temidos 2.000 millones. 

Desde Bruselas, Miguel Arias Cañete, comisario de Acción por el Clima y Energía, ha dejado claro que los comisarios no han entrado a discutir "cifras" -refiriéndose a la cuantía de la multa- ni sobre el "esfuerzo estructural" que se pedirá a ambos países en la reunión que han mantenido. "Esto está abierto", afirmó Cañete. Por lo que, a apenas una semana de conocer la sentencia, no se ha tomado una decisión firme.Se conocerá tras el verano qué pasará con los fondos estructurales

Así, Arias Cañete confirmó que la Comisión no dirá nada sobre el porcentaje de congelación de fondos estructurales europeos el día 27. Parece que esa decisión se tomará tras el verano. Si se congelan los fondos, que podría ser el grueso de la sanción, puede frenar programas por valor de 1.100 millones de euros.

Cañete aseguró que "No estamos en condiciones de tomar una decisión en este momento", ya que se necesita ver "si el Parlamento va a pedir una evaluación de impacto económico y social" sobre dicha congelación. "Hay que valorar dos factores: el paro y el riesgo de pobreza", explicó.

En cualquier caso, ha restado importancia a la eventual congelación de fondos porque "son créditos de compromiso del año que viene y con una senda razonable cumples" y los recuperas y además ha recordado que hay créditos de pago a España para los próximos dos años, luego "no para el flujo de inversión".¿Cómo afectaría la retirada de los fondos estructurales?

Las normas comunitarias prevén la suspensión de parte de los fondos estructurales a un Estado miembro sancionado por déficit excesivo que, en el caso de España, podría alcanzar hasta una parte significativa de los créditos comprometidos por las arcas comunitarias para este tipo de fondos en 2017.

España depende en gran medida de la financiación suministrada por la Unión Europa. Y es que para 2016 está previsto recibir 14.497 millones de euros, si en 2017 se recibe una cantidad similar se podrían perder 1.100 millones por no cumplir con el objetivo de déficit.

Estos fondos suelen ir destinados a zonas menos desarrolladas de los países, para "apoyar la cohesión económica, social y territorial". En el caso de España, las regiones menos desarrolladas serían Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Canarias y Melilla. También las zonas más avanzadas son financiadas, pero afectaría menos la congelación.

Son dos las partidas claves: las destinadas a la agricultura (FEAGA) -uno de los sectores que más se beneficia de la UE- en la que se invertirían 5.747 millones de euros este año y la partida de desarrollo regional (FEDER) para la que hay fijados 4.704 millones en 2016. Hay otras cantidades significativas, pero estas dos son las dos mayoritarias.

Por ejemplo, España recibe 324 millones del Fondo de Cohesión, destinado sólo para las zonas menos desarrolladas de la UE, o 197 millones del FEP  que financia las regiones pesqueras y marítimas. También el FEADER subvenciona proyectos agrícolas de desarrollo, con 859 millones.

En caso de congelarse estos fondos, muchos programas financiados por estos fondos se verían destinados a echar el freno en 2017, dañando especialmente a regiones menos desarrolladas, como zonas agrícolas de Extremadura o Andalucía, que se quedarían sin esos fondos.

Además, si la congelación se produce, España -que pagó 13.757 millones a la UE en 2016- apoquinaría más de lo que recibe de Europa, ya que teniendo en cuenta que este ejercicio se esperaba un saldo superior de 740 millones de beneficio, habría que descontar otros 1.100 millones. Con unas cifras similares, en 2017 estar en la UE saldría en negativo.España pide más tiempo para cumplir con los objetivos de déficit

La sanción a España y Portugal será la primera de la historia por incumplir el déficit, pero puede que no sea la última. Sobre todo, tras conocer las previsiones de la AIReF, que calcula que el déficit no estará de nuevo en los límites fijados (3,9%) y rondará entre el 4,1% y el 4,7% este año.

Aun así, parece seguro que España pedirá ampliar el tiempo para cumplir con el objetivo de déficit. "La Comisión tiene que decidir una senda en función de las peticiones que haga el Gobierno. Cada Gobierno sabe lo que es capaz de hacer", afirmó Cañete, que ha insistido en que el Ejecutivo comunitario es partidario de fijar una senda "realista".

"Si sólo pide un año España, le van a dar solo un año. Le van a dar lo que pida", explicó el comisario refiriéndose a 2017. Aunque todo apunta a que Guindos podría haber pensado añadir 2018 a la lista de años en la que se intenta cumplir con el objetivo de déficit, y bajar del deseado 3%.