La banca gana 6.964 millones pese a los elevados números rojos del Popular

  • La entidad perdió 12.218 millones hasta junio tras sufrir ajustes patrimoniales por 12.400 millones. Los depósitos de clientes bajan en 18.55 millones.

    Su sangría hace que el sector sufra un resultado negativo de 8.232 millones con la operativa en España. El negocio en el exterior mejora la cuenta y ganan un 18,6% más.

Los exaccionistas de Popular podrán aceptar los bonos de fidelización desde mañana hasta el 7 de diciembre
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EUROPA PRESS
E. C.

El nutrido negocio de los grandes grupos bancarios en el exterior ha permitido a la banca encajar la sangría del Popular sin incurrir en ‘números rojos’ sectoriales. El beneficio consolidado global mejora, de hecho, un 18,6% interanual y alcanza los 6.964 millones de euros durante el primer semestre del ejercicio.

Su saldo habría sido muy superior sin la debacle del sexto banco por tamaño de activos. El Popular sufrió pérdidas récord de 12.218 millones de euros entre enero y junio, efecto del proceso de saneamiento que tuvo lugar durante el proceso de resolución y que comprometió distintos ajustes patrimoniales por valor de 12.400 millones -solo en saneamientos inmobiliarios la partida excedió los 7.000 millones-.

Los balances publicados hoy por la Asociación Española de Banca (AEB) desvelan que las incertidumbres entorno a su futuro golpearon con fiereza el negocio. El saldo de depósitos de clientes se vació en 18.551 millones en apenas seis meses -la partida se redujo desde 71.473 hasta 52.922 millones desde el cierre de 2016-. Pero también colapsó el crédito. La financiación a clientes retrocede hasta 72.476 millones, con una disminución en el stock de nada menos que 19.355 millones en comparación a los 91.831 millones con que había arrancado el ejercicio.

El pulso comercial sufrió de lleno la inestabilidad que sobrevolaba la entidad mientras apresuraba encontrar una fusión o amarrar una mega ampliación de capital que permitiese digerir más de 36.000 millones en ladrillo. Pero los cambios contables efectuados sobre las cuentas cerradas de 2016 y el enfriamiento del interés en otros bancos por la franquicia desataron una oleada de degradaciones del rating de solvencia por parte de las agencias Moody’s, Standard and Poor’s y DBRS que aceleró el desplome en bolsa y la fuga masiva de depositantes, especialmente institucionales.

Las cifras desveladas por la AEB ponen dimensión a otras rúbricas. El Santander se adjudicó el banco por un simbólico euro, después de inyectarle 13.000 millones en liquidez para que pudiese continuar operando con normalidad y tras ampliar capital en 7.000 millones para reforzar la solvencia inexistente en la entidad a raiz de la resolución (su capital se situó en cotas negativas del -4,9% por efecto de los más de 12.000 millones en ajustes patrimoniales para sanear balance y amortizar ciertas partidas, como parte de los activos fiscales o fondos de comercio).Más de 16.000 de inyección en liquidez

Según los balances de la AEB, entre enero y junio su dependencia de los bancos centrales subió en 7.162 millones -hasta 23.150 millones- y en otros 8.873 millones de entidades de crédito -alcanzando los 28.765 millones-, por efecto de dicho auxilio. 

La entidad despedirá su último ejercicio de singladura independiente con las mayores pérdidas de su historia. Desde que salió señalado por los test de estrés que Oliver Wyman efectuó a la banca española en 2012, el banco intentó digerir el lastre inmobiliario con esfuerzos colosales en ampliaciones de capital que no le garantizaron la subsistencia y le hicieron acusar resultado negativos en dicho 2012, el pasado ejercicio -por más de 3.000 millones- y ahora. Una vez realizados los ajustes y provisiones, aportó sin embargo 11 millones en ganancia al Santander por los escasos días que lo consolidó desde que firmó la compra el 7 de junio hasta final de mes.  El sector pierde en España 8.232 millones

La penalización del Popular pulverizó en la cuenta conjunta todo lo ganado en España por el resto de entidades financieras. De hecho, el resultado en este mercado de las entidades individuales -depurado de las ganancias cosechadas en otros países- entra en pérdidas de 8.232 millones en comparación con los 3.913 millones que logró cosechar en igual periodo del pasado ejercicio por las gruesas dotaciones.

Sin embargo, el empuje de las filiales en el exterior de los grandes bancos enjugar la partida y dan la vuelta a la situación. El resultado atribuido de los grupos bancarios ascendió en junio a 6.964 millones de euros, con un incremento del 18,6%. Se apoyan además en partidas recurrentes: el margen de intereses o generado con el negocio con clientes se incrementa un 4,4% y la recaudación por comisiones un 8,4%, en contraste con el descenso del 28,4% en la operativa financiera o compra venta de deuda. También ayuda que se ahorren un 6,1% o 603 millones en provisiones aún con el esfuerzo extraordinario del Popular.

La mejora de la ganancia aporta empuje a uno de los ratios que más ocupa a las entidades y mira el mercado: la rentabilidad sobre recursos propios (Roe) escala un punto porcentual en el último año y se sitúa en el 7,15%.

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