Según informó la empresa, este incremento se explica, principalmente, por el inicio de la fabricación del BMW Serie 5 en su planta de Graz (Austria), que fue parcialmente compensado por el fin de la fabricación de los Mini Paceman y Countryman en 2016.
Entre enero y junio, la corporación registró una cifra de negocio de 19.056 millones de dólares (16.287 millones de euros), un 3,8% de crecimiento respecto a los datos de dicho período del año previo, mientras que su beneficio operativo ajustado semestral fue de 1.607 millones de dólares (1.373 millones de euros), un 8% más.
En el segundo trimestre de 2017, Magna obtuvo un beneficio neto atribuido de 561 millones de dólares (479 millones de euros), un 0,5% más, al tiempo que su facturación se elevó un 2,5%, hasta 9.684 millones de dólares (8.276 millones de euros).
Para el conjunto de 2017, la empresa prevé contabilizar un volumen de ingresos de entre 37.700 y 39.400 millones de dólares (entre 32.222 y 33.675 millones de euros) y un margen operativo de entre el 8% y el 8,2%.
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