Coca-Cola y Pepsi pagan millones para tapar sus vínculos con la obesidad

Coca-Cola y PepsiCo, las mayores compañías fabricantes de refrescos, patrocinaron entre 2011 y 2015 a, como mínimo, 96 organizaciones estadounidenses -científicas, médicas, universidades y agencias del Gobierno- para frenar su apoyo a leyes que buscan reducir el consumo de refrescos y obstaculizar los esfuerzos para combatir la obesidad.

Así se asegura en informe de la universidad de Boston, publicado por American Journal of Preventive Medicine, que aparece casi un mes después de que lo hiciera otra investigación que revelaba que la industria azucarera financió estudios en los años sesenta para rebajar la relación del azúcar con las enfermedades cardiovasculares y resaltar a la grasa como principal causante.

En los cinco años analizados por el estudio de la universidad de Boston, Coca-Cola y PepsiCo también hicieron lobby contra al menos 28 iniciativas públicas encaminadas a reducir la ingesta de refrescos o mejorar los hábitos de nutrición.

Entre las organizaciones que señala el informe se encuentran la Asociación Americana de Diabetes y la Fundación para el estudio de la diabetes juvenil, algo sorprendente dada la relación entre la diabetes y las bebidas azucaradas.

La investigación señala el caso de la ONG Save the Children, que apoyaba los impuestos a los refrescos, pero que dejó de hacerlo en 2010 después de recibir más de 4,5 millones de euros de Coca-Cola y PepsiCo en 2009. La ONG asegura que abandonó la campaña para centrarse en proyectos como la educación infantil.

En el polo opuesto estarían la Academia de Dietética y Nutrición, la Academia de Pediatría de EE UU, y otras organizaciones, que en 2015 rechazaron seguir recibiendo este tipo de fondos de Coca-Cola.

Entre 2011 y 2014, Coca-Cola gastó de media cinco millones de euros anuales a estas acciones y PepsiCo, dos menos.