EEUU asiste al ocaso del 'fracking' por el desplome de los precios del crudo

  • El gigante angloaustraliano BHP Billiton ha anunciado la venta de sus activos de 'fracking' en Estados Unidos.

    La caída de los precios tiende a reconducir las inversiones hacia los campos tradicionales en producción.

Instalación para la fractura hidraúlica ('fracking').
Instalación para la fractura hidraúlica ('fracking').
EFE
Santiago Carcar

La industria del 'fracking' flaquea. Cuestión de precios. A la cotización actual del petróleo y del gas, la inversión para extraer materia prima mediante la técnica de fractura hidráulica ya no es rentable. En EEUU, el gigante angloaustraliano de la minería BHP Billiton negocia la venta de los activos de 'fracking' que adquirió hace seis años por 20.000 millones de dólares. Los inversores interesados en las materias primas prefieren invertir en campos de petróleo tradicionales

La tendencia está clara, se ha intensificado en las últimas semanas con anuncios como el de la compañía BHP Billiton. La prensa especializada está muy atenta. The Wall Street Journal ha recogido cómo "desde el Valle Central de California hasta las tierras nativas de Oklahoma, pequeñas y medianas empresas petroleras -muchas respaldadas por el capital privado- están abandonando costosos proyectos de perforación de esquisto y optando por los pozos de la vieja escuela en su lugar". 

Los informes negativos sobre el futuro del sector se suceden y ensombrecen el negocio. Fondos como Horseman Global o incluso Goldman Sachs han publicado documentos poco optimistas sobre el futuro de esta actividad. Una nueva burbuja

Para los especialistas, parte del problema para el 'fracking' es que muestra síntomas similares a los de otras burbujas. Los precios de la tierra donde se presume que hay rocas-pizarra, donde se encuentra el petróleo y el gas, se han disparado.  Eso impulsa un replanteamiento de las inversiones hacia áreas más rentables como terminales de exportación de gas natural o incluso perforaciones en alta mar. La escasez de equipos de 'fracking' y otros servicios también ha contribuido a los mayores costes de producción. 

La prueba de que el mercado en EE UU está cambiando la ha proporcionado, sin embargo, el gigante de la minería BHP Billiton. Su nuevo presidente Ken MacKenzie, que apenas ha tomado posesión del cargo, se reunió en las últimas semanas con más de 100 inversores en Australia, Estados Unidos y Reino Unido y confirmó el cambio de rumbo de la compañía: habrá desinversiones en la división de petróleo y gas –proyectos de 'fracking'-, según explicó a Bloomberg Television. 

El negocio que languidece en EE UU nunca llegó a serlo en países como España. El 'fracking' no ha despegado ni siquiera con el apoyo del Gobierno, que hace dos años modificó las leyes (Ley de Hidrocarburos) para tentar a Ayuntamientos y particulares y rebajar las críticas a un negocio controlado por multinacionales estadounidenses y canadienses.  En España, ni una solitud

El Ministerio de Energía nunca ha recibido ninguna solicitud de explotación. Ni antes ni después de 2015, tras la reforma de la ley de Hidrocarburos que trataba de animar el negocio. En la página web del departamento que dirige Álvaro Nadal sólo figura un permiso vinculado la utilización de la"técnica de fractura hidráulica alto volumen (inyección de agua de hasta 10.000 metros cúbicos en un pozo)".

Se trata del permiso denominado Bigüenzo-proyecto Sestero 1, de la empresa Petroleum Oil &Gas España SA en el término de Valderrible (Cantabria). El proyecto está, además, pendiente de presentación de estudio de impacto ambiental.  

El ocaso del 'fracking' es una buena noticia para las organizaciones ecologistas, que se oponen a esta técnica por los daños medioambientales que causa y por contribuir al mantenimiento de un sistema basado en el consumo de combustibles fósiles que tiene un gran impacto en la contaminación global, el calentamiento y el cambio climático. 

Es un tema muy sensible que, en Holanda, ha generado un significativo enfrentamiento entre dos gigantes petroleros, Shell y EXXon, con la agencia de control de la publicidad. En un anuncio emitido en la televisión holandesa por su participada NAM, las empresas explicaban a los televidentes que el gas natural es el más limpio de los combustibles fósiles. La agencia holandea, sin embargo, ha obligado a matizar el anuncio para precisar que el gas sólo es, en todo caso, el “combustible fósil menos contaminante”

El asunto es muy polémico. Más si cabe después de que la presión de la administración de Donald Trump para que el gas se describiera como “tecnología limpia” en la cumbre del G20 provocara divisiones en la reunión. El propio EEUU se desmarcó del comunicado final insertando un texto en el documento donde decía que ayudaría a los países a “acceder y utilizar combustibles fósiles de manera más limpia y eficiente”. 

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