El renacer de las barberías en España... del boom 'vintage' a la fiebre 'hipster'

  • Estos negocios históricos, que muchos creían ya extinguidos, atraviesan una nueva edad de oro. Su clave del éxito radica en reciclarse, combinando tradición y nuevas tendencias. 

    Barberías boutiques, barbershops, Gentlemen's Club... desde Barcelona a Madrid, pasando por otras grandes ciudades españolas, el furor promete no ser una moda pasajera.

El boom de las barberías... del renacer vintage a la fiebre 'hipster'
El boom de las barberías... del renacer vintage a la fiebre 'hipster'
Diego Caldentey

Viernes, 11.30 de la mañana en el colorido barrio La Latina de Madrid. Desde la esquina de Embajadores, en su intersección con la Plaza de Cascorro, ya se perciben los ecos lejanos de música country que surgen de un negocio situado a mitad

de calle. Hay un movimiento incesante de hombres barbudos, que entran y salen del mismo. A lo lejos, parecen motoristas recortados de una road movie sin Harleys Davidson, o extras de un filme del lejano oeste. Pero no. En realidad, se trata de

los clientes habituales de 'Bearbero', uno de los tantos establecimientos que hoy integran el nuevo boom de las barberías en España.

Te puede interesar: Cuáles son las últimas tendencias para hombre en cabello, barba y bigote

Este paisaje es cada vez más habitual en las principales ciudades de nuestro país, repletas de un segmento de negocio que muchos creyeron ya muerto, pero que ha renacido con más fuerza que nunca. Nada más entrar a esta barbería, en el  número 10 de Embajadores, cuyas paredes están repletas de cornamentas de ciervos, decoración vintage y mobiliario 'retro' en madera, el efecto es singular.

Te puede interesar: ¿Muerte o larga vida a las barbas?

Seis barberos de mediana edad, cada uno con su look peculiar que combina estilo hipster en algunos de ellos (pelo rapado a los costados y altos tupés) y 'aires' gentleman de los años 20 y 30 en otros (incluyendo boinas y sombreros) no dan abasto para atender a tantos personas. Casi todos los trabajadores (y sus clientes, claro) tienen un punto nítido en común: las frondosas barbas que les llegan casi hasta el pecho.

"No paramos ni un segundo. Llevo tres años aquí y cada vez viene más gente. La barba no es una moda, siempre existió. Pero nosotros ofrecemos un servicio diferenciado y de calidad, en una 'atmósfera' netamente masculina, con gente especializada en asesorar y trabajar. Además, 'Bearbero' es una especie de club para caballeros, con toda la magia que eso implica", cuenta Mario Melgar, de 43 años, el propietario del lugar, quien nos recibe cordialmente aunque se muestra frenético.

Con la navaja y la brocha en la mano organiza como puede a la clientela que espera para emprolijar tupidas barbas, de todo tipo, textura y color. Aunque también hay (y muchos) que llegan para mantener adecuadamente su vello de tres días, remarcar su

perilla, afeitarse del todo y/o cortarse el pelo. Todos los días Melgar se levanta pronto, abre a primera hora de la mañana y recibirá una media de entre 30 y 50 personas cada jornada, que han tenido que reservar por internet con un mes de antelación hasta llegar aquí, debido al enorme caudal de público que tiene la barbería. Todo por tener una barba a la última.Desde Barcelona a Baleares

Desde Barcelona a Madrid, pasando por Bilbao y Sevilla, Valencia y hasta en las Islas Baleares, este tipo de comercios se han multiplicado por 100 en los últimos años. Uno de los secretos del éxito, según sus artífices y su creciente público, es que han sabido recuperar la tradición histórica de las viejas barberías, agregándole las dosis exactas de modernidad y tendencias actuales que requieren las nuevas generaciones.

Desde la experiencia y solidez aportadas por especialistas de la navaja y las tijeras, en espacios con ambientes cálidos y perfectamente decorados, sus servicios incluyen atención agradable y de calidad, sumadas a un trato detallista y cuidadoso del cliente. Los mismos son destinados a quienes también les encanta recibir asesoramiento sobre cómo cuidar y mantener su barba, o sobre la conveniencia de determinado look u otro.

El auge de las barberías es tan evidente que hasta franquicias de peluquerías 'low cost', como Marco Aldany, han comenzado a incorporar barbershops, y muchas han abierto una gama de productos específicos, como jabones, aceites y lociones especiales para barbas y mostachos.

Mientras acomoda en una de las sillas de barbero a Jaime, un treintañero iluminador de teatro, y le aplica un aceite fortificante para su vello frondoso que se le extiende por debajo de su mentón, Melgar asegura que el público que tiene su negocio "es muy heterogéneo. Pero curiosamente no se centra en chavales muy jóvenes, sino en hombres a partir de los treinta y tantos, que buscan más que nada cortes de pelo y barba de la especialidad de la casa: la 'Old School' (vieja escuela) de peluquería", remarca. Para preservar esa mística tan masculina, en 'Bearbero' -que también comercializa su propia línea de jabones, aceites y cepillos- sólo se presta servicio a hombres mayores de 14 años.Barberías boutiques

En Barcelona y País Vasco, por ejemplo, un breve recorrido por internet permite ratificar cómo también están ganando fuerza las barberías boutiques (que hasta agregan conceptos complementarios, como barras de copas y cafetería en los establecimientos, e incluso servicio de limpieza de zapatos) para hacer más amena la estancia en lugares que combinan el arte de los afeitados antiguos y clásicos (con navaja, brocha, a tijera) y los modernos a máquina.

En Madrid, por su parte, el abanico de posibilidades es infinita: 'Malditos Bastardos', 'Malayerba', 'Barber Crews', 'Madrid Old School', 'La Moderna', 'Urbano' y 'Vallejo' son algunas de las tantas barberías que asoman como opciones. Sus servicios abarcan desde cortes de pelo, arreglos a máquina o a tijera de barbas, mantenimiento, tintes, y diseño de barbas exprés, etcétera, en una gama que oscila entre los 15 y 60 euros, dependiendo del servicio.

Paradójicamente, suelen estar situadas en el corazón de puntos bien urbanos y saturados de jóvenes de la capital, como Alonso Martínez, Malasaña y Tribunal. Es el caso de 'Malayerba', en el número 3 de la Plaza del Dos de Mayo. Mientras esperan, sus clientes son invitados a café y leen revistas lifestyle dedicadas al sector masculino. "Aquí no solo ofrecemos cortes de pelo y barba. Este es un espacio ideal para la distinción del hombre, un sitio de y para caballeros de excelencia. Nuestra clave está en garantizar tiempo y calidad al cliente, que en nuestro caso tiene un perfil de entre 30 y 50 años de edad. Primero damos un servicio de asesoramiento de imagen y después dedicamos al menos 45 minutos a cada persona, que viene a buscar una atención diferenciada", comenta Roberto Martín Mangano, de 39 años, encargado del local.

Alberto Hernández, de 43 años, propietario de 'Malditos Bastardos' -una barbería situada en el nuevo Mercado de Barceló-, hace 10 meses que abrió su comercio. Es un fiel reflejo de lo que sucede a muchos emprendedores que decidieron apostar por esta clase de establecimientos: "Nos ha ido tan bien en este tiempo que ahora abriré otra barbería en el hotel 'Only You' de Atocha. Hacía falta un espacio así, algo intimista para el cliente, que combine el mejor precio y calidad".

Él lo tiene claro: "Las barberías creo que llenamos un hueco vacante Tenemos clientes de todo tipo... hipsters, ejecutivos, oficinistas. La mayoría quiere recuperar la esencia antigua y clásica, sumando las tendencias del siglo XXI. Muchos nos piden looks clásicos, de los años 30, porque lo vintage hoy causa furor. Pero nosotros estamos preparados para todas las gamas, cortes y afeitados", concluye.

Mostrar comentarios