La rentabilidad económica tira de la marca España tanto como el sol y playa

Tres años después del inicio de la recuperación económica, España es uno de los destinos más atractivos para los inversores, su índice bursátil está entre los favoritos para la segunda parte del año y su prima de riesgo, a un paso de bajar de los 100 puntos y volver a niveles de 2015. Los años oscuros de incertidumbre e inestabilidad dejan paso a la luz y confianza en un país que camina en la buena dirección.

Así lo confirma el Índice de Percepción de España en los Mercados Financieros (Imafin) correspondiente al primer trimestre de 2017, que ha cerrado con 89 puntos, un incremento de 5 puntos respecto al último trimestre de 2016, y 8,6 puntos en términos interanuales. Este índice trimestral, elaborado por Accenture para Marca España, es una combinación de seis indicadores que miden la percepción de España en los mercados financieros y su evolución en el tiempo, tomando datos de series mensuales desde enero de 2001 hasta la actualidad.

Así, entre enero y febrero de este año se produjo una "ligera subida" del Imafin gracias, "principalmente", al incremento de la inversión exterior directa en España, aunque fue en marzo cuando experimentó un "fuerte incremento". En concreto, Accenture apunta que las variables que hicieron posible esta subida fueron el aumento en los niveles de inversión en cartera en España, la mejora de la perspectiva de solvencia de la deuda española de "estable" a "positiva" por parte de S&P y la bajada de la prima de riesgo desde los 145 puntos de febrero hasta los 132 puntos de marzo.

Por un lado, el análisis muestra un crecimiento de la media agregada de los cuatro indicadores de gestión privada: recomendaciones de renta variable, volatilidad de la renta variable del Ibex 35 frente a la del euro Stoxx 50, inversión exterior directa en España e inversión en cartera en España; que alcanzaron los 93 puntos en este periodo. Por otro lado, se señala el ligero crecimiento de la media agregada de los dos indicadores de gestión pública (prima de riesgo y solvencia de la deuda española y variaciones de su perspectiva) que se cifró en 76, frente a los 75 puntos del trimestre anterior.

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No es el único índice que confirma la buena dirección del país. España es el décimo tercero con mejor reputación del mundo, según el informe Country Rep Trak 2017 que elabora el Reputation Institute, lo que supone un aumento de cuatro posiciones respecto al anterior. En este sentido, España ha obtenido 74,6 puntos sobre 100, lo que supone su mejor resultado desde 2009.

“La reputación de un país tiene un impacto directo en el turismo, sus exportaciones o la inversión extranjera en él”, explica, Fernando Prado, director general de Reputation Institute. Entre las conclusiones del informe figura que “España y Portugal, continúan mejorando su reputación y escalan posiciones en el ranking a medida que sus economías se recuperan". Como novedad, en esta edición, España supera en el ranking a países que tradicionalmente siempre han estado por delante de él, como Italia (14), Alemania (16), Reino Unido (18) y Francia (19).

Asimismo, otra evidencia de la buena senda del crecimiento y la recuperación en nuestro país es el diagnóstico elaborado por el Real Instituto Elcano en su séptima oleada de su Barómetro de la Imagen de España. El estudio arroja, en primer lugar, que lo más valorado de España son sus posibilidades como destino vacacional, una gastronomía de calidad y sus deportistas de élite. Pero, además, apunta que el éxito y prestigio de nuestras empresas y marcas es clave para empujar la imagen internacional. En este sentido, Zara es la marca española más conocida en el mundo y la mejor valorada con un 7,5.

Coincidiendo con el V Aniversario de Marca España, la imagen de España en el extranjero camina en la buena dirección. España ya no está identificada con la crisis, pero los estereotipos aún pesan y muchos nos siguen viendo como un país turístico, de sol y playa, donde la comida y los deportistas son sus valores más seguros. Sin embargo, la rentabilidad y confianza en las empresas españolas hacen lógico considerar que el viento sopla a favor e impulsa la economía española.