LA AYUDA MUNDIAL PARA EDUCACIÓN CAE POR SEXTO AÑO CONSECUTIVO, SEGÚN LA UNESCO

La cantidad de ayuda economíca asignada a la educación en el mundo ha disminuido en los seis últimos años y hace falta multiplicarla por seis, sobre todo en los países más pobres, para cumplir en 2030 el Objetivo de Desarrollo Sostenible de “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
Así se recoge en un documento incluido en el último Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, elaborado por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) a partir de datos recientemente publicados por el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE y hecho público este martes.
La ayuda total a la educación se situó en 12.000 millones de dólares (unos 10.650 millones de euros) en 2015, un 4% menos que en 2010, mientras que la ayuda al desarrollo aumentó en un 24% en ese periodo.
Las aportaciones en 2015 a la educación básica, que incluye la ayuda a preescolar y primaria y a los programas de educación y alfabetización de adultos, es de 5.200 millones de dólares (más de 4.600 millones de euros), lo que supone un incremento con respecto a los 4.800 millones de dólares (unos 4.250 millones de euros) del año anterior Aun así, esa cantidad es un 6% menor que la de 2010.
Mientras tanto, la ayuda a la educación secundaria se eleva a 2.200 millones de dólares (1.950 millones de euros), lo que representa un 19% del total de la cantidad destinada a educación.
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, indicó que “la ayuda sigue siendo muy inferior a la cantidad necesaria para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, lo que pone en peligro nuestros compromisos”. “Para alcanzar nuestros objetivos comunes en materia de educación, necesitaríamos multiplicar la ayuda al menos por seis y ésta debería ir destinada a los países que más la necesitan. Sin embargo, observamos que los donantes en el ámbito de la educación están desviando su atención de los países más pobres”.
PRINCIPALES DONANTES
Estados Unidos y el Reino Unido siguen siendo los dos mayores donantes al sector de la educación básica, pero entre 2014 y 2015 redujeron su asignación en un 11% y un 9%, respectivamente. Noruega y Alemania, mientras tanto, incrementaron su asignación en un 50% y un 34%, respectivamente.
Además, el informe de la Unesco indica que la ayuda no se distribuye en función de las necesidades. El África subsahariana, donde viven la mitad de los niños sin escolarizar del mundo, recibe actualmente menos de la mitad de la ayuda a la educación básica que recibía en 2002. Esa cantidad representa un 26% de la ayuda total a la educación básica, un porcentaje apenas superior al 22% asignado a África septentrional y Asia occidental, donde vive un 9% de los niños sin escolarizar.
A diferencia de las tendencias en la ayuda bilateral a la educación, la Alianza Mundial para la Educación destinó el 77% de sus desembolsos al África subsahariana y el 60% a países afectados por la inestabilidad y los conflictos.
El documento de la Unesco ofrece ejemplos específicos de cada país en los que la asignación de recursos se realiza en función de los criterios del donante, lo que demuestra que la ayuda no se asigna según el número de niños sin escolarizar para financiar el coste de alcanzar la educación universal en cada país.
Si bien la ayuda humanitaria a la educación ha alcanzado un máximo histórico, con un aumento del 55% entre 2015 y 2016, este sector sigue recibiendo únicamente un 2,7% de la ayuda total disponible.

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