El obispo cree que el Seminario vive "un buen momento" con 16 jóvenes "muy ilusionados y con ganas de trabajar"

  • El obispo de Huelva, José Vilaplana, asegura que el Seminario en Huelva vive "un buen momento" con 16 seminaristas jóvenes "muy ilusionados y con muchas ganas de trabajar".
El obispo cree que el Seminario vive "un buen momento" con 16 jóvenes "muy ilusionados y con ganas de trabajar"
El obispo cree que el Seminario vive "un buen momento" con 16 jóvenes "muy ilusionados y con ganas de trabajar"
EUROPA PRESS
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En una entrevista concedida a Europa Press, el obispo ha asegurado que no puede decir la palabra "satisfecho porque harían falta más, pero tenemos que dar gracias a Dios porque el Seminario es una comunidad viva y muy relacionada con la Diócesis. Tienen mucha presencia", remarca.

La mayoría de estos seminaristas proviene de la vida parroquial, tiene una media de edad en torno a los 30 años, edad que ha descendido respecto a años anteriores por la incorporación de nuevos seminaristas de menor edad, y con estudios universitarios o ya insertos en el mundo laboral.

El profesorado del seminario está formado por sacerdotes y seglares con acreditación suficiente para impartir sus materias. Se trabaja en las cinco dimensiones que se proponen: dimensión personal, comunitaria, pastoral, espiritual e intelectual, teniendo un itinerario formativo donde se tiene en cuenta la edad del candidato y la etapa de formación en la cual se encuentra inserto.

Dentro del proceso formativo los seminaristas tienen encuentros personales con el director espiritual, además de retiros y ejercicios espirituales a lo largo del año. Los estudios están divididos en siete años donde seis son de residencia y estudio en el seminario y el último es de formación pastoral, ya fuera del seminario.

A su vez, durante la etapa del seminario realizan diferentes acciones pastorales, normalmente, en parroquias de mayor densidad de la provincia, en algunas delegaciones o secretariados diocesanos y en el Colegio Diocesano Sagrado Corazón de Jesús, con el que comparten edificio.

Precisamente, a mediados de este mes de marzo, los seminaristas de la Diócesis de Huelva comenzaron el día 15 de marzo la campaña del Día del Seminario con el lema 'Cerca de Dios y de los hermanos'. Se trata de una ronda por distintas parroquias y centros educativos con motivo de este día, enmarcado en la festividad de San José, patrón de los seminarios, que se celebró el pasado 19 de marzo. Esta presentación de la vida del seminario consiste en charlas y reuniones en las que los seminaristas hablan de la vocación al sacerdocio en general.

Además de los seminaristas, el obispo destaca que hay un grupo de sacerdotes jóvenes, los cuales, al utilizar las tecnologías comunicativas actuales, "abren más posibilidad de conexión", no obstante ha subrayado "el papel de los sacerdotes mayores, que han hecho una entrega de su vida a Dios admirable".

PAPEL DE LOS SACERDOTES

El pasado Martes Santo el obispo, José Vilaplana, presidió en la Catedral de la Merced la Misa Crismal de consagración del Santo Crisma y bendición de los Óleos de los Catecúmenos y de los Enfermos, y en su homilía se dirigió a los presbíteros allí presentes y recordó que "somos un pueblo ungido por el Espíritu Santo, que necesita sacerdotes que se renueven permanentemente para afrontar los retos y dificultades del presente con una llamada a acompañar a los jóvenes en su fe y en su vocación y con el testimonio de un sacerdote mártir, D. Mariano Caballero".

De esta manera, incidió en que el pueblo "necesita pastores que estén a su servicio para hacer presente en medio de ella a Jesucristo, Buen Pastor". Por ello, consideró que los sacerdotes tienen que estar "en renovación permanente y ser buenos discípulos para ser buenos pastores", de manera que sus vidas sean "un don para el Pueblo de Dios con valores como la humildad, la misericordia, la fe sincera o la preocupación por el otro".

"La sociedad actual nos plantea unos retos y problemas, ante los que no debemos mirar al pasado, sino al futuro, y sin juzgarnos o culpabilizarnos, sino cooperando para aportar soluciones y acercar a Cristo", precisó el obispo, quien indicó que "uno de los principales retos es el de acompañar a los jóvenes de manera grupal y personal para ayudar a afianzar su fe y encontrar la vocación a la que el Señor los llama".

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