Ocupación de colegios contra reforma educativa deja sin clase a miles en Brasil

Las autoridades del estado brasileño de Paraná (sur) decretaron a partir de este lunes cinco días de asueto en unos 500 colegios ocupados desde hace dos semanas por estudiantes contrarios a una propuesta de reforma educativa del gobierno de Michel Temer.

El gobierno de Paraná alegó que la medida, que afecta a unos 250.000 alumnos, busca entablar el diálogo con los estudiantes, de 13 a 18 años de edad, que llevan desde el pasado 3 de octubre durmiendo en 460 establecimientos de varios municipios de ese estado.

"Quedan pocos días para acabar el año lectivo y es necesario que el diálogo se profundice esta semana", afirmó el jefe de la Casa Civil (jefatura de gabinete) de Paraná, Valdir Rossoni.

Los estudiantes rechazan un proyecto de reforma de la educación secundaria presentado en septiembre por el nuevo gobierno conservador de Temer, que sustituyó en agosto a la depuesta Dilma Rousseff (izquierdas), que debe ser ratificado aún por el Senado.

Los jóvenes consideran que esta propuesta empobrece el pensamiento crítico por suprimir la obligatoriedad de asignaturas como filosofía o arte; afirman además que los centros no están preparados para duplicar las horas lectivas, como lo prevé el proyecto.

"Una reforma de esta magnitud tiene que discutirse con las personas a las que afectará. Pero como Temer no fue elegido para ser presidente, debe ser por eso que no sabe dialogar con el pueblo", dijo a la AFP Mateus dos Santos, presidente de la Unión Paranaense de Estudiantes de Secundaria (UPES), asegurando que profesores y padres también se unieron a las manifestaciones.

El líder estudiantil, de 18 años, afirmó que los manifestantes están abiertos al diálogo con el gobierno del estado, pero que no tienen previsto desocupar los colegios hasta que el proyecto sea retirado.

En abril de 2015, una manifestación de profesores en la capital de Paraná, Curitiba, se convirtió en una batalla campal con enfrentamientos entre los docentes y la policía, que lanzó bombas de gas y balas de goma, dejando 213 heridos.

A finales de ese año, cientos de estudiantes de Sao Paulo ocuparon unos 200 colegios para protestar contra una reforma escolar impulsada por el gobierno del estado, logrando que las autoridades dieran finalmente marcha atrás.

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