LA DGT HIZO UN 20% MENOS PRUEBAS DE ALCOHOL A CONDUCTORES EN EL ÚLTIMO LUSTRO

- Y multiplicó casi por 19 las de drogas. La Dirección General de Tráfico (DGT), a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, realizó un 20% menos controles de alcohol a los conductores en el último lustro, al pasar de 6.287.032 pruebas en 2012 a 5.028.439 en 2016, mientras que, por el contrario, multiplicó casi por 19 las pruebas de drogas en ese mismo periodo, con 3.453 test en 2012 y 64.619 el año pasado.
Estos datos figuran en respuestas parlamentarias del Gobierno a varios diputados socialistas, que preguntaron al Ejecutivo el número de pruebas de alcohol y drogas o sustancias psicotrópicas realizadas por la DGT entre 2012 y 2016, cuántas dieron positivas y el desglose por tipo de droga detectado en todas las provincias de España salvo las de Cataluña y País Vasco, que tienen transferidas las competencias, así como en La Rioja.
De la recopilación de datos de esas respuestas, realizada por Servimedia, se desprende que Tráfico hizo 6.287.032 pruebas de alcohol a los conductores en 2012, cifra que aumentó a 6.400.760 en 2013 para después iniciar un descenso sostenido con 6.260.280 en 2014, 5.678.083 en 2015 y 5.028.439 en 2016.
La cantidad de conductores que dieron positivo en esos controles ha mantenido una ligera tendencia a la baja con 1,70% en 2012; 1,63% en 2013; 1,56% en 2014, y 1,42% en 2015, y se aprecia un pequeño repunte en 2016, con 1,46%.
Las provincias con más pruebas de alcoholemia llevadas a cabo han ido variando con el tiempo, puesto que el ranking lo lideró Madrid en 2012 (594.577) y en 2013 (634.931), para pasar a estar encabezado por Las Palmas en 2014 (549.532), 2015 (415.334) y 2016 (352.977).
Ambas provincias se alternaron los dos puestos en estos últimos cinco años, ya que Las Palmas era la segunda cuyos agentes de tráfico de la Guardia Civil hicieron más pruebas de alcoholemia en 2012 (560.633) y en 2013 (566.018), puesto que ocupó Madrid en 2014 (339.295), 2015 (364.200) y 2016 (280.487). La tercera posición era para Santa Cruz de Tenerife en 2012 y 2013, Valencia en 2014 y A Coruña en 2015 y 2016.
En cuanto al porcentaje de positivos, los más altos corresponden a Granada en 2012 (3,83%) y 2013 (4,10%), y Málaga en 2014 (3,77%), 2015 (3,58%) y 2016 (3,60%).
DROGAS
Por lo que respecta a los controles de drogas, han experimentado un salto exponencial desde que la entonces directora general de Tráfico, María Seguí, decidera en 2014 apostar por la 'tolerancia cero' en el consumo de sustancias ilegales y la conducción.
Entonces, Seguí apuntó que habían pasado más de tres décadas desde que en 1981 surgieran los primeros controles de alcoholemia en las carreteras españolas. "Me niego a esperar 33 años para que el calado social sobre las drogas en la conducción llegue a ser al menos comparable al del alcohol", añadió.
Por ello, las pruebas sobre drogas ilegales a conductores pasaron de 3.453 en 2012 a 4.531 en 2013, 29.433 en 2014, 75.558 en 2015 y 64.619 en 2016.
El porcentaje de positivos en estos controles ha ido disminuyendo porque inicialmente se hacían a fundamentalmente a aquellos conductores de los que se sospechaba que se habían puesto ante el volante tras consumir drogas: 62,50% en 2012; 49,28% en 2013; 34,95% en 2014; 33,25% en 2015, y 39,36% en 2016.
Madrid es la provincia con más pruebas de drogas realizadas todos los años (de 503 en 2012 a 4.941 en 2016), mientras que el segundo puesto fue para Pontevedra en 2012 y en 2016, y para Sevilla entre 2013 y 2015.
La droga más detectada por los agentes fue en todos los años el cannabis (que en la mayoría de los casos supera el 50% del total), seguido de la cocaína, las anfetaminas, los opioides, la metanfetamina y las benzodiacepinas.
PREVISIÓN PARA 2017
La DGT llevó a cabo la semana pasada una campaña especial en la que preveía realizar más de 25.000 pruebas diarias de alcohol y drogas en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día con el fin de concienciar del riesgo del consumo de estas sustancias antes de ponerse al volante.
Tráfico pretende este año mantener los cinco millones de 2016 en las pruebas de detección de alcohol e incrementar en 35.000 las de drogas, con lo que sumarían al menos 100.000 test de detección de esas sustancias ilegales.

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