Unos padres alemanes piden asilo político en EEUU para educar a sus hijos en casa

  • Todo por mantener una escuela en casa. En Estados Unidos hay padres que deciden no llevar a sus hijos a la escuela y formarles en casa. Allí está permitido en todos los estados y algunas familias alemanas han intentado hacer lo mismo en su país, pero la ley se lo impide. Por eso un matrimonio germano con tres hijos en edad escolar ha pedido el asilo político en Estados Unidos.
Krista Kapralos | GlobalPost

(WASHINGTON, EEUU).El timbre de la puerta sonó temprano esa mañana de 2006, antes de que los tres hijos mayores de la familia Romeike empezaran a hacer sus tareas escolares en la mesa de la cocina de su casa en Bissingen, Alemania.Uwe Romeike echó una ojeada por la ventana y vio a dos agentes de policía. Su corazón se detuvo. No sabía qué hacer. Empezó a rezar para que los agentes se marchasen si no abría la puerta. Pero en vez de eso, los policías dijeron en voz alta que si no abrían entrarían por la fuerza.

Se suponía que Daniel, que entonces tenía 9 años, Lydia, 8, y Joshua, de 6, tenían que estar en la escuela, dijeron los policías, y ese día irían aunque tuviesen que hacerlo en una furgoneta policial.Poco después, Romeike y su mujer, Hannelore, estaban en el porche de su casa junto a sus dos hijos menores, viendo cómo se llevaban en una furgoneta a sus otros tres hijos.

Los dos sabían que es ilegal no llevar a los niños a una escuela oficial en Alemania. Pero Uwe Romeike nunca pensó que se llegaría a esa situación. “Me sentí impotente”, recuerda. “Mis hijos lloraban y la policía gritaba”.

Hannelore Romeike pudo sacar a los niños de la escuela a la que los llevó la policía, pero la familia tuvo que pagar miles de euros en multas durante varios años y nunca estuvo muy segura de que las fuerzas de seguridad no fueran a aparecer en su casa de nuevo.

En 2008 se trasladaron a vivir a Tennessee (EEUU) y pidieron asilo político.Un juez de inmigración de Tennessee dictó en enero que la familia Romeike sufría persecución en Alemania y aprobó su petición de asilo. Semanas más tarde, sin embargo, el departamento de Inmigración y Aduanas apeló dicha sentencia, argumentando que EEUU reconoce el derecho de los gobiernos a regular la escolarización.

Tendrán que pasar aún meses hasta que los Romeike sepan si pueden quedarse definitivamente en EEUU, afirma su abogado, Michael Donnelly, de la Home School Legal Defense Association.“Las peticiones de asilo de países occidentales son muy inusuales”, dice Donnelly. “Alemania tiene un historial bastante bueno de respeto a los derechos humanos en su historia reciente, y es un país aliado, por lo que esto puede resultarles un poco bochornoso.El caso es el primero de estas características".

Romeike y su mujer decidieron educar a sus vástagos en casa en 2006, después de que uno de sus hijos varones sufriese acoso escolar de sus compañeros y sus hijas empezaran a tener miedo de ir a clase tras ver a otro niño con un cuchillo en el centro.

En Alemania, se queja Romeike, quienes educan a sus hijos en casa son vistos como “gente extraña o fanáticos religiosos”. Pero la religión no fue un factor determinante en su decisión. Al menos no lo fue hasta que tuvieron que preparar su defensa legal para poder continuar con su método de escolarización en casa, y entonces, argumentaron que de este modo podrían enseñar la Biblia a sus hijos.

Para su familia, dice Romeike, estudiar en casa es un estilo de vida que ofrece a los niños una oportunidad de aprender a su propio ritmo, en un ambiente calmado y afectivo.

En EE UU, explica Kirsten Verclas, del American Institute for Contemporary German Studies en Washington, D.C., la gente cree que los derechos individuales prevalecen sobre los derechos del Estado, pero en Alemania sucede lo contrario.

La escolarización en casa es legal en todos los estados de EE UU, pero ponerlo en práctica resulta a veces complicado. Un juez de California dictó en 2008 una sentencia que lo declaraba ilegal. Su decisión fue posteriormente revocada.

En 2008 un informe federal calculaba que en todo el país hay 1,5 millones de niños que estudian en casa, y la cifra va en aumento. Algunos estados exigen a este tipo de estudiante que pasen unos exámenes y que reciban en casa la visita de trabajadores sociales, pero en otros no hay ningún tipo de regulación.

Para los alemanes que quieren educar a sus hijos en casa, EE UU es un refugio. Los Romeike se suman a otra familia alemana que ya está educando a sus hijos de ese modo en Tennessee. Otras familias están esperando a emigrar a EE UU si la petición de asilo de los Romeike salen adelante.

Donnelly asegura que su miedo es que el Gobierno alemán les extradite y encarcele si se trasladan a otro país de la Unión Europea.Klaus Landahl dice que él y su mujer recibieron una carta del Gobierno amenazando con encarcelarles si no enviaban a sus hijos a la escuela.

Joerg Grosseluemern, uno de los líderes del movimiento que reclama la legalización de esta práctica en Alemania, dice que “debemos convencer a nuestros políticos de que escolarizar en casa es una opción que no solo ayuda a los niños, sino que también enriquece al sistema educativo en su conjunto". Pero reconoce que "es muy difícil encontrar a líderes políticos que estén dispuestos a hablar con nosotros”.

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