Nicaragua mejora educación con apoyo europeo en escuelas de zonas selváticas

Una hermosa escuela de cemento construida con fondos europeos sobresale entre las humildes chozas de madera de Santa Rosa, una aldea de laboriosos campesinos en las selváticas riberas del río San Juan de Nicaragua, cerca de la frontera con Costa Rica, donde más de 200 niños estudian ahora con comodidad.

La escuela es uno de los 72 centros públicos beneficiados por el Programa de Apoyo a la Educación en Nicaragua (Prosen) que financia la Unión Europea (UE) con más de 34 millones de dólares y que ejecuta el gobierno sandinista.

Con este proyecto "estaremos mejorando la educación a 320.000 niños en Nicaragua", afirmó el embajador de la UE en Nicaragua, Panamá y el Sistema de Integración Centroamericano (Sica), Kenny Bell, durante una visita a la comunidad, a la que se accede navegando en bote por el río San Juan.

El proyecto europeo busca mejorar las condiciones físicas de las escuelas y la calidad de la enseñanza en zonas pobres de Nicaragua.

La escuela de Santa Rosa acoge a 211 alumnos que antes estudiaban en un maltrecho y pequeño colegio que se anegaba cuando llovía, así como en las casas de algunos aldeanos que cedían un espacio para impartir clases

"Ahora los estudiantes se sienten mejor", cuenta a la AFP la maestra de lengua y literatura Keiling Velázquez, de 24 años.

El centro cuenta con un salón preescolar, cuatro grandes aulas de clase para primaria y secundaria, una cocina, una oficina para maestros, la dirección, un amplio patio, un pequeño parque con juegos para los niños y un panel solar de energía.

Botes cargados de cemento, bloques, piedras y herramientas pasaron meses trasladando los materiales de construcción hasta la comunidad, ubicada a más de 300 km al sureste de Managua, donde tener una escuela nueva era como un "sueño" para los nativos.

"Me gusta mucho", dice Mariela Díaz, una estudiante de 15 años de segundo año, que aspira convertirse en abogada.

"El colegio está excelente, las facilidades son muy buenas", comentó a la AFP el embajador Bell, quien viajó a esta remota zona al frente de una delegación de diplomáticos europeos para conocer en el terreno el impacto de sus proyectos, en el marco de las celebración del Día de Europa el 9 de mayo.

"Dar una educación de calidad realmente" es importante para el futuro del país, agregó el diplomático, a quien le impresionó el calor humano de los campesinos y la felicidad que proyectaban en sus ojos los niños.

La escuela, que se inauguró ete año y costó 2,7 millones de dólares, atrae la atención de caceríos aledaños y jóvenes que dejaron de estudiar para ir a trabajar a las plantaciones de piña en Costa Rica.

"La mayoría de la gente aquí va a trabajar a Costa Rica", dice a la AFP Noel Barquero, de 22 años, quien tiene una hija de tres años que pronto entrará a preescolar.

Decenas de campesinos de las aldeas del río San Juan viajan diario a pie o en bote a trabajar al lado costarricense, mientras que otros se quedan laborando en sus cultivos, mientras los niños van a clases.

El programa Prosen ha mejorado la infraestructura de diez escuelas del departamento de Río San Juan, donde viven más de 100.000 nicaragüenses, la mayoría campesinos pobres.

A nivel nacional la cooperación europea ha permitido mejorar 72 escuelas nicaragüenses, ha distribuido más de 1,5 millones de textos, capacitado a 10.500 profesores y entregado 16.300 guías didácticas.

bm/jb

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