La misión de paz de la ONU en el país africano (MINUSCA) cifró el jueves en al menos 30 el número de muertos por el asalto de los milicianos contra civiles en Kaga-Bandoro, una supuesta venganza por el asesinato previo de cuatro musulmanes.
Entre los fallecidos figuran tres profesores en formación, el director del Centro Regional de Pedagogía y el vicepresidente de la Asociación de Padres. Según testigos citados por UNICEF en un comunicado, los hombres armados atacaron una escuela secundaria durante una sesión de formación.
El representante de UNICEF en República Centroafricana, Mohamed Malick Fall, ha denunciado que "estos hombres han cometido un acto inaceptable de violencia contra civiles, atacando también a personas desplazadas". "Estamos totalmente consternados y muy tristes de ver que los profesores han sido el blanco de estos ataques, personas que trabajaban incansablemente por la educación de los niños", ha lamentado.
En este sentido, ha recordado que los niños tienen el derecho a aprender en un entorno "seguro" y los profesores necesitan también esta misma seguridad para poder hacer su trabajo. Miles de niños no pueden ir a clase en República Centroafricana porque sus escuelas han sido saqueadas o están ocupadas.
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