Confía en las propuestas de tus hijos, mañana pueden ser emprendedores

Imagina que un día tu hijo de seis años llega a casa y te dice que ha organizado el fin de semana. Éste incluye una salida al campo, un encuentro con sus abuelos, una sesión de cine-forum e incluso la reserva en un restaurante para comer todos juntos. ¿Te fiarías? Si quieres despertar el espíritu emprendedor en tu hijo, la respuesta ha de ser un "sí".

Tareas de este tipo son las que asumen los niños, de entre 6 y 11 años, de un programa que promueve el emprendimiento desde la escuela primaria llamado "Emprender en familia". "Se trata de darle voz a los niños en lo cotidiano, darles pie para que estén implicados en las tareas de la familia y que adquieran responsabilidad", afirma Marta Álvarez, directora del colegio San Claudio de Oviedo, y madre de un niño que participa en el programa.

Según Álvarez, la estrategia consiste en hacer que desde el campo de la familia los niños puedan exponer sus planes y así fortalecer la comunicación intrafamiliar, facilitar que maduren y que se sientan personas activas que participan en la sociedad.

El proyecto fue propuesto a las escuelas por la asociación de gestión de empresas Valnalón. Su directora gerente Marta Pérez lo califica como fundamental, "ya que las familias son también la primera pieza de desarrollo cognitivo".

Desde Valnalón afirman que "tan importante como el centro educativo, el profesorado o la sociedad en general, consideramos a la familia como eje fundamental en el fomento de la educación emprendedora. La familia es el primer agente socializador de la persona".

El objetivo es que padres y madres se impliquen en esta tarea, se favorezca la comunicación, se genere un espacio de intercambio de ideas y que las familias cuenten con las herramientas para que los hijos emprendean.

Para ello, se realizan jornadas y sesiones de formación a lo largo del año escolar, "pero el número de participantes ha sido por debajo de los esperado", se lamenta la directora del colegio San Claudio.

De hecho,sólo un 10% de las familias de los 160 estudiantes con los que cuenta en la actualidad el centro decidieron participar en el programa. "Nos cuesta dedicar un tiempo personal para reunirnos con otras familias", dice.

Sin embargo, Álvarez valora positivamente las experiencias tempranas,y aunque Emprende en Familia se implementa por primera vez este año, en el colegio llevan alrededor de 14 años promoviendo el espíritu emprendedor en los escolares. Es el caso del programa 'Emprende en mi escuela', en el que los niños desarrollan cooperativas y aprenden sobre la gestión, llevan cuentas de los ingresos, gastos y presupuestos de las ventas.

Fue de ese proyecto del que nació una empresa avícola, en la que los alumnos tenían gallinas y vendían huevos. Después pasaron a emular la producción de lozas (cuando la fábrica de lozas de San Claudio cerró), y ahora tienen otra cooperativa de productos hechos con objetos reciclados.

Programas como este buscan que los niños desarrollen habilidades lingüísticas, matemáticas, de comunicación y que trabajen en grupos siguiendo el principio de la democracia, según Pérez.

El resultado se traduce en interés y motivación de los niños por actuar y tener una visión positiva sobre las posibilidades de tener tu propia empresa o constituir una cooperativa. Tanto es así que "prefieren, estar dentro de la cooperativa antes que ir al recreo", asegura Álvarez.