Solidarios en Acción: Refugiados palestinos se desahogan a ritmo de rap

“La destrucción de las casas, la destrucción de la gente... No estamos instalados ni seguros. La seguridad sería tener nuestra libertad y nuestra identidad. No hay seguridad en nuestras vidas. Deberíamos aprender a desarrollarnos y avanzar con nuestras vidas, a pesar de lo que ha sucedido”.

Estos versos rapeados los ha escrito Ainam Shalhoud, un refugiado palestino de 15 años que vive en el campamento jordano de Marka. Y es que existen diez campamentos de refugiados palestinos en Jordania. En ellos viven 337.000 personas, o lo que es lo mismo: el 17 por ciento de los 1,9 millones de refugiados registrados en el país vecino de Israel, según datos de las Naciones Unidas.

La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA por sus siglas en inglés) organizó hace unos días junto con el Centro Danés para la Cultura y Desarrollo una actividad para treinta chicos y chicas de diversos campamentos junto al grupo danés llamado Den Sorte Skole (La Escuela Negra).

Y los jóvenes no desaprovecharon la oportunidad para desahogarse y cantar sobre sus experiencias como adolescentes y refugiados, tal y como reflejan las canciones recopiladas por el Centro de Programas para Mujeres en el campamento Jabal El-Hussein de Amán.

Aya tiene 16 años y vive en el campamento de Widhat. Sus palabras fueron para su abuelo. “Recuerdo cuando me hablaste de mi país. Palestina es mi madre y mi alma. Cuando huimos de mi país, nos dijeron que volveríamos. Dejamos nuestra casa y nuestra tierra, tú me dijiste, abuelo, que estábamos escapando. Y los olivos cuando hablan, dicen ‘¿dónde estáis, niños de mi país?’”.

Cuando se comenzaron a erigir los primeros campamentos de refugiados en Jordania a mediados del siglo pasado, estos lugares debían ser una solución transitoria, temporal. Pero Jabal El-Hussein se fundó en 1952 y lleva tanto tiempo en las afueras de Amán que ya es prácticamente un barrio más de la capital jordana, según la Agencia para los Refugiados de Palestina.

Martin Jakobsen, miembro de Den Sorte Skole, dice que “los hombres no pueden vivir solo con una barriga llena. Es importante construir historias para los jóvenes y enseñarles la cultura global para evitar la marginalización. Es increíble lo que se puede hacer en dos días”.

No es la primera vez que el Centro Cultural Danés organiza un taller de este tipo. Ya lo hizo en el Líbano y la ONU, que ha colaborado con este proyecto de la organización danesa por primera vez, ya planea seguir con actividades así en otros campamentos de refugiados.