Un pueblo de Teruel salva su escuela un año más con dos familias forasteras

  • El pueblo de Lledó, en la comarca del Matarraña (Teruel), ha conseguido prorrogar la vida de su escuela otro año más tras la llegada de dos familias con tres niños en edad escolar que harán que cumplan los ratios de seis alumnos por aula fijados por el Gobierno de Aragón.

Zaragoza, 11 sep.- El pueblo de Lledó, en la comarca del Matarraña (Teruel), ha conseguido prorrogar la vida de su escuela otro año más tras la llegada de dos familias con tres niños en edad escolar que harán que cumplan los ratios de seis alumnos por aula fijados por el Gobierno de Aragón.

No es la primera vez que la escuela de este pequeño municipio turolense corría peligro. Ya el año pasado se pudo salvar con la llegada de dos familias en verano, una de ellas con cuatro hijos, a las que se les ofreció casa y trabajo.

Pero a mediados de agosto una de ellas -la de los cuatro niños- se tuvo que marchar y, de nuevo, Lledó tuvo que buscar nuevas familias a contrarreloj para evitar el cierre del colegio, con las consecuencias que ello conlleva.

A las nuevas familias se les ofreció un alquiler asequible de 200 euros al mes, de los que el ayuntamiento pagaría la mitad, y ayuda para encontrar empleo en la zona.

A pesar del poco margen de tiempo que disponían para encontrar respuesta a su llamada, dos familias se interesaron y, con ellas, tres nuevos niños han permitido que hoy comience un nuevo curso escolar en esta pequeña localidad del Matarraña.

El padre de una de esas niñas, procedente de Almería y con orígenes en el pueblo, ha asegurado a EFETV que la decisión fue rápida y que han llegado a Lledó a intentar conseguir "una vida mejor".

Por su parte, la alcaldesa, María José Vallés, ha mostrado su "satisfacción enorme de que Lledó vuelva a tener colegio", ya que ahora cumplen con las exigencias del Ejecutivo autonómico, que fija en seis el mínimo de alumnos por aula y, finalmente, serán siete para este curso 2013-2014.

Así, ha afirmado que ella misma es madre de niños que se han educado en esa escuela y que van al instituto, "sacan buenas notas y no tienen ningún problema", y ha considerado vital para el pueblo el mantenimiento del colegio porque implica futuro para la gente joven, "que si no se irían a otro pueblo".

Ante ello, la alcaldesa ha criticado los recortes en educación y sus efectos sobre la escuela rural: "lo que no se puede hacer es subir cada año los ratios de alumnos", en una política que perjudica sobre todo a los pequeños municipios de la provincia de Teruel, por lo que ha pedido al Gobierno de Aragón que mantenga en seis el ratio.

A los catorce pueblos aragoneses que perdieron sus escuelas en los últimos cuatro años por falta de alumnos se han unido otros diez este año, la mitad de ellos en Teruel.

Hoy, las pequeñas localidades de Pertusa, en Huesca; Acered, Aranda de Moncayo, Torrijo de la Cañada y Añón de Moncayo, en Zaragoza; y Mezquita de Jarque, Orrios, Torrijas, Crivillén y Allepuz, en Teruel, no correrán la misma suerte que Lledó y no verán a los pequeños desfilar con sus mochilas hacia su primer día de clase.

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