Estudiantes de la Universidad de Zaragoza aseguran que acaban su encierro en el momento preciso

  • Zaragoza, 26 mar (EFE).- Los miembros de la Asamblea Contra la Privatización de la Universidad (ACPU), que hoy han abandonado el edificio de Interfacultades de la Universidad de Zaragoza que han ocupado 108 días, han asegurado que el encierro ha sido una 'herramienta necesaria' que acaba 'en el momento preciso'.

Zaragoza, 26 mar (EFE).- Los miembros de la Asamblea Contra la Privatización de la Universidad (ACPU), que hoy han abandonado el edificio de Interfacultades de la Universidad de Zaragoza que han ocupado 108 días, han asegurado que el encierro ha sido una "herramienta necesaria" que acaba "en el momento preciso".

Javier Sánchez y Sheila Pérez, portavoces de la plataforma estudiantil, han explicado en una rueda de prensa, tras abandonar el edificio, que el mayor logro de su protesta ha sido "demostrar que la Universidad está despierta y viva, y que hay gente que sigue luchando".

Ambos han hecho balance de los más de tres meses que ha durado su protesta, que concluyó anoche con un acuerdo con las autoridades universitarias, tras encerrarse durante 14 horas en el edificio del Rectorado sin que se produjeran incidentes.

El rector, han destacado hoy, se ha comprometido a autorizar un debate público y a permitir una consulta estudiantil sobre el proceso de reforma educativa de Bolonia, así como a plantear resoluciones del Consejo de Gobierno para reducir el precio de los actuales máster y aumentar sus plazas conforme a la demanda.

El acuerdo entre estudiantes y las autoridades universitarias se plasmó anoche en un documento en el que, entre otros asuntos, se lamentaba la represión contra el movimiento estudiantil en ciudades como Barcelona.

Los portavoces de la ACPU han hecho un balance "muy positivo" de los 108 días de encierro, porque, según han reseñado, han conseguido llevar a la sociedad y a los medios de comunicación un proceso de "mercantilización y elitización de la Universidad" que, en su opinión, se desarrolla "con el mayor oscurantismo".

Sin embargo, han anunciado que "la lucha continúa" y que se van a dedicar a preparar el referéndum estudiantil, que previsiblemente se celebrará a finales de abril, e impulsar un movimiento estudiantil con pensamiento crítico.

A su juicio, es impensable que los universitarios apoyen el proceso de Bolonia, porque su rechazo "es creciente", y esperan que los que se oponen sean una mayoría "abrumadora".

Esperan que haya un alto porcentaje de participación que multiplique al de estudiantes que intervienen en las votaciones en las que elige al claustro de la Universidad.

Están convencidos de que no son un movimiento aislado o sin conexión con la sociedad o la comunidad educativa, como demuestra el apoyo que han tenido durante su protesta, de estudiantes, profesores y más de treinta organizaciones sociales, políticas y sindicales.

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