El papa nombra a Vicente Jiménez Zamora como nuevo arzobispo de Zaragoza

El Papa Francisco ha nombrado al obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, nuevo arzobispo de Zaragoza, informó la oficina de prensa del Vaticano.

El obispo de Santander sustituye en el Arzobispado de Zaragoza a Manuel Ureña, que renunció al cargo el pasado 12 de noviembre por motivos de salud.

Jiménez Zamora nació el 28 de enero de 1944 en Ágreda (Soria) y realizó sus estudios en el seminario diocesano de la localidad soriana de El Burgo de Osma, además de pasar por la Universidad Pontificia de Comillas y varias universidades de Roma, ya que es licenciado en Filosofía y Teología Dogmática y especializado en Teología moral.

Fue ordenado sacerdote en El Burgo de Osma en junio de 1968 y, posteriormente, se encargó de varias parroquias rurales de su provincia, además de ser vicario general de la Diócesis de Soria.

En mayo de 2004 fue nombrado obispo de Osma-Soria y en julio de 2007 de la Diócesis de Santander, donde tomó posesión del Obispado en septiembre de ese año.Tomará posesión el 21 de diciembre

Vicente Jiménez Zamora, tomará posesión del nuevo cargo que le ha encomendado el Papa Francisco el próximo 21 de diciembre, a las 17.00 horas, en la Basílica del Pilar.

Así lo ha indicado el propio Vicente Jiménez en una rueda de prensa en la que ha comunicado a la sociedad cántabra su marcha de la Diócesis de Santander y en la que ha estado arropado por los siete miembros del Consejo de Gobierno Episcopal y su secretario personal.

Hasta su toma de posesión como arzobispo de Zaragoza, Jiménez continuará ejerciendo como administrador de la Diócesis de Santander, de cuyos fieles se despedirá el jueves, 18 de diciembre, a las 17.00 horas, cuando oficiará la misa de Acción de Gracias en la Catedral de Santander.

Jiménez ha expresado su "profunda gratitud" al Papa Francisco por la "confianza depositada" en él para encomendarle esta Archidiócesis, un nombramiento que ha asegurado que ha sido "una grata noticia" pero que le ha provocado "sentimientos encontrados".

Y es que ha dicho que, a sus 70 años de edad, pensaba que terminaría su misión diocesana en Santander donde "estaba muy a gusto", por lo que su nombramiento como arzobispo de Zaragoza ha sido "una sorpresa" que acoge con "gratitud" ya que es donde le ha guiado el Santo Padre.

No obstante, ha reconocido sentir "pena" por tener que dejar Cantabria, una tierra "azul, risueña y brava" a la que llegó en septiembre de 2007 desde su tierra natal, Soria, y en la que ha "gozado y sufrido" junto a la comunidad eclesiástica.

"Juntos hemos sentido el latido preocupante y esperanzado de nuestro pueblo que anhela un desarrollo integral: espiritual, moral, cultural, social, económico e industrial, en esta hora de grave crisis, que es al mismo tiempo desconcierto y búsqueda, sufrimiento y esperanza, examen sobre los fallos cometidos y germinación de un futuro común", ha manifestado."He trabajado bastante y he sufrido un poco"

Aunque le costó abandonar Soria para venir a la comunidad cántabra, "me he sentido a gusto, he trabajado bastante y he sufrido un poco", ha dicho el hasta hoy obispo de Santander, que también ha destacado el apoyo recibido por parte de los sacerdotes, los miembros de la vida consagrada, los laicos y los misioneros, así como de las autoridades autonómicas, locales, políticas, judiciales, académicas y militares.

Al conjunto de la sociedad cántabra, Jiménez le ha pedido "perdón" porque, ha dicho, en sus siete años y tres meses de servicio como obispo ha "podido ofender a algunos de palabra, obra y omisión", y "sin duda habré defraudado a otros", ha apostillado. También ha ofrecido su perdón a los que hayan podido ofenderle a él.

En cuanto a la Diócesis de Santander de la que parte, ha apuntado que desconoce cuándo se nombrará un nuevo obispo aunque ha considerado que deberá ser "en breve". En este sentido, el vicario general, Manuel Herrero, ha augurado que será próximamente porque "a una Diócesis sin obispo le falta algo".