El teniente de alcalde Cultura, Innovación y Proyección de la Ciudad y concejal de Universidad, Amadeu Aguado, ha señalado en un comunicado que "se ha trabajado hasta el último momento para mantener" la oferta formativa, ofreciendo vías de colaboración que significaran un mayor retorno y una racionalización de las aportaciones.
Durante el periodo 2005-2012, Terrassa aportó, de media anual, 234.455 euros, cuando se ofrecían más de una veintena de grados y había más de 3.500 estudiantes, y durante 2013-2016, que se redujeron a tres grados y los alumnos a 846, la inyección municipal fue de media anual de 166.429 euros.
Por esta razón, se les trasladó a los responsables de la Uned "la necesidad de trabajar para identificar y concretar un proyecto de valor" para la población que garantizara el retorno a la ciudad la cantidad aportada y que debía estar fijado antes de acabar 2016 para poder hacer una planificación.
El consistorio, según ha explicado, no recibió ninguna propuesta "que justificara las aportaciones destinadas" y ha decidido adecuar las cuantías a los criterios generalistas que se aplican en este ámbito, y ha recordado que Terrassa es la segunda ciudad universitaria de Catalunya, con cerca de 10.000 alumnos y una oferta con 180 titulaciones oficiales.
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