La Universitat de Barcelona (UB) inicia este lunes un curso de acceso a la universidad para 15 estudiantes de entre 18 y 24 años de diferentes regiones de Siria con la finalidad de facilitarles el tránsito desde la enseñanza Secundaria a los estudios de grado.
El curso, pionero en España y con carácter oficial como curso de extensión universitaria, se enmarca en el programa de la UB de apoyo a las personas refugiadas y procedentes de zonas de conflicto --puesto en marcha en septiembre de 2015 y que en sus primeros nueve meses atendió 64 solicitudes--, y el director de Solidaridad UB, Xavier López, ha explicado a Europa Press que la selección de estudiantes ha sido a través de ONG que trabajan en el terreno.
Se trata de jóvenes que han finalizado la enseñanza Secundaria y a los que le resulta prácticamente imposible iniciar los estudios universitarios en Siria, pero también continuar su formación en el exterior, al no tener la posibilidad de convalidar ninguna formación universitaria.
López ha explicado que este curso, de 300 horas y dirigido por el profesor de Derecho Internacional Público David Bondía, consistirá en un aprendizaje intensivo de catalán y castellano, una nivelación de conocimientos con el Bachillerato que se imparte en Catalunya y formación en derechos humanos y resolución de conflictos.
Ha asegurado que este curso les permitiría posteriormente acceder a grados el curso 2017-2018, y que la voluntad es que, si la iniciativa funciona, intentar ampliarlo de cara al próximo año y que sea "replicable" en otros centros.
16 REFUGIADOS EN LA UAB
La Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) alberga en su vila universitaria a 16 refugiados, de diferentes nacionalidades, fruto del acuerdo con la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado (CCAR) para la cesión de cuatro pisos, ha explicado a Europa Press el director de la Fundació Autònoma Solidària, Jordi Prat.
Ha remarcado que durante su estancia de seis meses --acogieron los primeros en abril y este septiembre inician su estadía otros 16-- los refugiados, que proceden de Yemen o Marruecos, entre otros países, estudian el idioma, castellano o catalán, y que la universidad pretende que se involucren en la vida universitaria.
ACREDITACIÓN
Prat ha remarcado que uno de los problemas con los que se pueden encontrar cuando lleguen refugiados en mayor número es la dificultad para acreditar estudios si no disponen de documentación y establecer unos criterios generales de acceso, para lo que las universidades públicas catalanas están trabajando con la Oficina de Acceso a la Universidad.
La comisionada de la Universitat de Lleida (UdL) para las personas refugiadas, Núria Camps, ha coincidido, en declaraciones a Europa Press, en que ese es la "principal dificultad" y que sería necesario algún tipo de pautas para la acreditación cuando llegue el momento.
La UdL, que todavía no ha acogido a refugiados en la universidad, se ha reunido con la Creu Roja para transmitir que si ven jóvenes en edades universitarias entre las familias que llegan se pongan en contacto con ellos.
La Politècnica de Catalunya (UPC), por su parte, está tramitando el expediente de un estudiante palestino, procedente de un campo de refugiados de Cisjordania y que lleva trabajando 15 años en una empresa de telecomunicaciones, que hará en el centro el doctorado en Teoría de Señal y Comunicaciones.
Además, también está tramitando el de dos estudiantes sirios de Arquitectura, procedentes uno de Turquía y otro de Arabia Saudí.
La Oberta de Catalunya (UOC) ha anunciado que formará a distancia a 68 refugiados en campos de Grecia en el marco de un proyecto para que las personas que piden asilo en Europa y que tuvieron que interrumpir sus estudios o no pudieron iniciarlos, puedan invertir el tiempo de tránsito en su formación.
COMPROMISO DE LAS UNIVERSIDADES
Otras universidades como la Pompeu Fabra (UPF), la de Girona (UdG) y la Rovira Virgili de Tarragona (URV han remarcado que se encuentran implicadas coordinadas por la Associació Catalana de Universitats Públiques (Acup) y colaborando con entidades sociales.
En octubre de 2015, las universidades públicas catalanas se comprometieron en un manifiesto a facilitar el acceso a los estudiantes refugiados sirios que lleguen a Catalunya y a poner sus recursos a disposición del Comité Operativo de Apoyo a los Refugiados, administraciones y entidades.
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